Un grupo de estudiantes boicotea a la ministra Birulés en la Universidad de Girona

Entre una lluvia de abucheos y gritos, la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, entró y salió ayer a empellones, protegida por un cordón policial, de la Universidad de Girona, su ciudad natal. La ceremonia de apertura del curso académico, a la que había sido invitada por la universidad, fue también interrumpida por un grupo de estudiantes que protagonizaron escenas de tensión y se encararon con el rector, Josep Maria Nadal, pidiéndole que dimitiera por "colaboracionista" con el PP. Nadal anunció que pondrá su cargo a disposición del claustro.

Después del acto, los vehículos de...

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Entre una lluvia de abucheos y gritos, la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, entró y salió ayer a empellones, protegida por un cordón policial, de la Universidad de Girona, su ciudad natal. La ceremonia de apertura del curso académico, a la que había sido invitada por la universidad, fue también interrumpida por un grupo de estudiantes que protagonizaron escenas de tensión y se encararon con el rector, Josep Maria Nadal, pidiéndole que dimitiera por "colaboracionista" con el PP. Nadal anunció que pondrá su cargo a disposición del claustro.

Después del acto, los vehículos de la comitiva de la ministra se introdujeron a toda velocidad y en dirección contraria por las estrechas callejas del casco antiguo de la ciudad, donde resultó herido leve, de forma accidental, un policía municipal.Los incidentes comenzaron con la llegada de Birulés, a las 12.00 horas, cuando se vio obligada a atravesar una barrera de unos 50 manifestantes que pretendían impedir la entrada de las autoridades, entre las que se encontraban el alcalde de la ciudad, el socialista Joaquim Nadal, y el consejero de Universidades de la Generalitat, Andreu Mas-Colell. Fue este último quien protegió a la ministra y, en compañía de algunos policías de paisano, consiguió abrirse paso hasta la iglesia de Sant Domènec, donde se celebraba el acto inaugural.

Agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra, que no llegaron a usar sus porras, cortaron poco después el acceso de unos trescientos estudiantes al recinto. Quince de ellos, representantes de los alumnos en el claustro, fueron autorizados a entrar una vez terminado el discurso inaugural de la ministra. El grupo, que portaba una bandera independentista, se colocó ante la mesa de autoridades, separado por un cordón policial, e interrumpió en diversas ocasiones la ceremonia.

Los estudiantes se enfrentaron con el rector y pidieron a gritos su dimisión por haber "invitado al PP a la universidad". El rector replicó a los gritos de "¡dimisión!" asegurando que era todo el claustro el que debía decidir y "no un grupo de cincuenta", y añadió que pondrá su cargo a disposición del próximo claustro, que se celebrará dentro de 15 días. Los alumnos pidieron que la policía se retirara del recinto y que permitiera entrar a los alumnos que se manifestaban fuera. Finalmente, el grupo decidió retirarse y unirse a los que protestaban en el exterior.

Al acto asistieron muy pocos alumnos y contados profesores. Aunque no lo expresaron de la misma forma ostentosa que los alumnos, ayer no eran pocos los docentes que comentaban entre sí la inoportunidad de la elección de Anna Birulés para impartir la lección inaugural.

La ministra leyó un discurso de escaso calado académico en el que pidió una mentalidad abierta a todos los integrantes del parque tecnológico que promueve la Universidad de Girona. Birulés, que se expresó en catalán, destacó la necesidad de impulsar la conexión entre la Universidad y los sectores productivos, así como de incrementar el número de científicos del país. El rector, por su parte, se refirió a la necesidad de potenciar la relación entre las ciencias y las humanidades, y evitar la especialización empobrecedora.

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