LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

Guardaespaldas solidarios

El grupo local de Gesto por la Paz de Amurrio, Álava, propondrá el próximo día 30 a toda la organización pacifista la puesta en marcha de una red de personas que acompañen a los centenares de cargos públicos amenazados por ETA y su entorno, para evitar atentados. Es una iniciativa que arranca de una reflexión ética y moral sobre la solidaridad, y que los pacifistas de Amurrio estudian lanzar incluso a nivel internacional, recabando el apoyo de ONG e instituciones europeas. Estos grupos de escudos humanos estarían integrados por voluntarios internacionales y por los propios vecinos de los amena...

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El grupo local de Gesto por la Paz de Amurrio, Álava, propondrá el próximo día 30 a toda la organización pacifista la puesta en marcha de una red de personas que acompañen a los centenares de cargos públicos amenazados por ETA y su entorno, para evitar atentados. Es una iniciativa que arranca de una reflexión ética y moral sobre la solidaridad, y que los pacifistas de Amurrio estudian lanzar incluso a nivel internacional, recabando el apoyo de ONG e instituciones europeas. Estos grupos de escudos humanos estarían integrados por voluntarios internacionales y por los propios vecinos de los amenazados."Hay que ser muy humilde y muy valiente, muy orgulloso y muy humano, es necesario mucho valor y estar muy comprometido para poner tu vida a disposición de quienes la tienen en peligro". Así piensan los voluntarios del grupo local de Amurrio de Gesto por la Paz. El próximo día 30, una asamblea general de sus miembros tendrá que decidir si secunda, apoya, asume o descarta la idea de los voluntarios de la localidad alavesa, quienes son conscientes de que la iniciativa da un salto cualitativo y cuantitativo a la hora de responder a la violencia, tomando un papel activo en defensa de los amenazados. Estas escoltas solidarias deben ser autorizadas por las personas amenazadas.

La iniciativa ya ha sido puesta en marcha en torno a la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, para protegerla en algunos de sus viajes y evitar que fuera asesinada.

Según explican los miembros de Gesto de Amurrio, el objetivo es muy ambicioso y son conscientes de que es necesario mucho voluntariado para ponerlo en marcha. Además, parten de la base de que a los voluntarios de Gesto se les está exigiendo ya un gran esfuerzo por el mero hecho de concentrarse en silencio en los pueblos y ciudades, muchas veces frente a decenas de personas que les insultan y amenazan. Pero consideran a la vez que es un reto para la sociedad vasca y una idea que merece la pena ser explorada hasta sus últimas consecuencias.

Gesto por la Paz se ha caracterizado por responder a la violencia, venga de donde venga, con concentraciones silenciosas y por trabajar activamente por la reconciliación. Una actitud que le dado el reconocimiento internacional y cuya filosofía ha generado imágenes difíciles de creer. Así, la viuda de José Manuel Pedrosa, edil del PP asesinado por ETA el 4 de junio, fue a la concentración que Gesto organizó en Durango tras la muerte de cuatro etarras en Bolueta, Bilbao, y sujetó la pancarta.

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