CULTURA Y ESPECTÁCULOS

ISABELLA ROSELLINI SE SUBE A LAS TABLAS

La actriz italiana, hija de Ingrid Bergman, debuta en el teatro esta noche en Santiago de Compostela de la mano del director tejano Robert Wilson.

La perenne sonrisa de Isabella Rosellini iluminó ayer en Santiago a los periodistas asistentes a la presentación de la obra The days before death, destruction & detroit III, del tejano Robert Wilson, en la que la actriz norteamericana debuta en la escena. A sus 48 años, Rosellini luce un aspecto envidiable que hizo pensar a todos los presentes que la marca Lancome cometió una gran injusticia el día en que decidió que la actriz dejase d...

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La actriz italiana, hija de Ingrid Bergman, debuta en el teatro esta noche en Santiago de Compostela de la mano del director tejano Robert Wilson.

Cine y televisión

La perenne sonrisa de Isabella Rosellini iluminó ayer en Santiago a los periodistas asistentes a la presentación de la obra The days before death, destruction & detroit III, del tejano Robert Wilson, en la que la actriz norteamericana debuta en la escena. A sus 48 años, Rosellini luce un aspecto envidiable que hizo pensar a todos los presentes que la marca Lancome cometió una gran injusticia el día en que decidió que la actriz dejase de protagonizar sus campañas de cosméticos. Su belleza no ha mermado desde que cautivó al público en la inquietante película Terciopelo azul, de David Lynch, donde interpretaba a una torturada cantante de club.La hija de la inolvidable Ingrid Bergman y del cineasta Roberto Rosellini explicó ayer en Santiago que está "encantada" con su primera experiencia teatral, en la que reconoció que aplica, sobre todo, su instinto interpretativo, ya que no llegó a captar el sentido de la novela La isla del día antes, de Umberto Eco, en el que, junto con el texto de Christopher Knowles Tone poems, está basada la obra. "Es un texto muy denso y tardé unas tres semanas en leer las cien primeras páginas. Luego le pregunté a Wilson si podría hacer el papel sin haber comprendido el texto y él me contestó que sí porque él tampoco lo había entendido", explicó la actriz.

A pesar de su condición de estrella cinematográfica, Isabella Rosellini no responde a los tópicos habituales de Hollywood, y en estos días que pasa en Santiago se le ha visto paseando por el casco histórico de la ciudad o almorzando en un modesto restaurante, sin dejar de sonreír a todas las personas que la saludaban y se le acercaban para pedirle un autógrafo. En los tiempos muertos de los ensayos juega con su hijo Cameron y tampoco desaprovechó la oportunidad de asistir a Persephone, la otra obra que Wilson presentó el martes pasado en el Festival Compostela Milenium en Santiago. Como todos los asistentes, tuvo que sentarse en el suelo y moverse continuamente para ver las instalaciones humanas diseñadas por Wilson.

De todas formas, no parece que su carrera en el teatro vaya a ser muy larga, ya que ayer confesó que no tiene más proyectos a la vista en este campo. Su trabajo seguirá desarrollándose en el cine y la televisión y, por lo que se deduce de sus palabras, no le importaría trabajar un día con Pedro Almodóvar, un director al que definió como "una gran estrella" y que sería una buena guinda para una carrera en la que ha trabajado con directores tan iconoclastas como David Lynch o Abel Ferrara, siempre en papeles opuestos a la aparente dulzura de su físico y de su carácter.En The days before..., Rosellini interpreta ahora el papel protagonista. En el estreno de la obra en Nueva York, la actriz italiana hizo el papel de mujer-lectora, y el papel protagonista estuvo interpretado por Fiona Shaw. Al parecer, Wilson quedó impresionado por Isabella Rosellini tanto que ahora ésta interpretará en Santiago el papel creado para Shaw, mientras la actriz gallega Uxia Blanco recitará el papel de la mujer-lectora, con partes a dúo con Rosellini.

Wilson explicó ayer que lo más importante en la actuación de Isabella es su voz, ya que refleja "la poesía" del texto. A juicio del dramaturgo norteamericano, ella es una de las pocas actrices que consiguen crear un espacio para que el público llegue hasta ella. "Como todo gran artista, ella trabaja primero para sí misma y luego para el público", apuntó Wilson, que recordó que descubrió a Rosellini en Terciopelo azul. "Una de las cinco películas", dijo, "que he visto en mi vida".

Wilson hizo todo un alarde de su fuerte personalidad durante su comparecencia ante los periodistas y cayó en largos monólogos en los que explicaba las sensaciones que le llevaron a construir los dos montajes que se presentan ahora en Santiago. "Sobre una obra se puede reflexionar, pero no se puede decir qué es. No sé lo que son mis obras y no quiero saberlo, sólo puedo decir que son algo muy personal", comentó.

En The days before... -en la que cuenta con la colaboración del músico vanguardista japonés Ryuichi Sakamoto-, Wilson explora el proceso de destrucción y reconstrucción que se extrae de la historia. La obra surgió tras diversas fases de desarrollo durante tres talleres de verano en el Watermill Center de Nueva York. Como es habitual en los montajes de Wilson, es difícil definir lo que el espectador va a ver, ya que se entremezclan el teatro, la ópera, la danza, las performances y la instalación. Wilson explicaba así el sentido de su obra: "Es para reflexionar: no sé lo que es y no quiero saberlo".

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