"Ningún atleta español va a competir por Haití o Barbados"

"Ningún atleta de un país desarrollado va a competir por Haití o Barbados, ningún español va a hacerlo", dijo ayer un portavoz del Comité Olímpico Cubano (COC) desde La Habana. Así resumió el espíritu de la norma contra los deportistas que abandonan Cuba. José Ramón Fernández, presidente del COC y vicepresidente de Cuba, no contestó ayer al requerimiento de este periódico, pero en su negativa al COE sobre el plácet a Montalvo, dice: "Son cientos los atletas cubanos que venden sus músculos en países que ni siquiera les vieron nacer".La política cubana es que ninguno de los atletas que se...

"Ningún atleta de un país desarrollado va a competir por Haití o Barbados, ningún español va a hacerlo", dijo ayer un portavoz del Comité Olímpico Cubano (COC) desde La Habana. Así resumió el espíritu de la norma contra los deportistas que abandonan Cuba. José Ramón Fernández, presidente del COC y vicepresidente de Cuba, no contestó ayer al requerimiento de este periódico, pero en su negativa al COE sobre el plácet a Montalvo, dice: "Son cientos los atletas cubanos que venden sus músculos en países que ni siquiera les vieron nacer".La política cubana es que ninguno de los atletas que se hayan formado allí se aprovechen de ello al acogerse a otras nacionalidades. Como muestra, Felipe Pérez Roque, ministro de Relaciones Exteriores, pronunció un discurso significativo el pasado día 4 durante de la ceremonia de la entrega de la bandera a los 240 deportistas que irán a Sydney. Durante su arenga, en presencia de Fidel Castro, Pérez Roque afirmó: "Nuestro enemigo imperialista, la mafia anticubana, los mercaderes de deporte, tratarán de tomar venganza de nuestro ejemplo intentando comprar a nuestros atletas". "Cada uno de ustedes", agregó Pérez Roque, "tendrá que decidir de qué lado se pone. El que reciba una propuesta deshonrosa tendrá que decidir si seguirá siendo hombre o mujer libre o si preferirá convertirse en esclavo, en propiedad privada de los enemigos de su pueblo". El ministro no olvidó a los cubanos que han legalizado su situación en otro país, caso de Montalvo: "No podrán, si obtienen el oro, ver izar la bandera que vieron cuando niños. No oirán su himno. Oirán el de un país extraño que los ha comprado".