Los alcaldes reclaman ayudas para recuperar los cultivos arrasados por el fuego del Empordà

Los alcaldes de los municipios afectados por el incendio del Alt Empordà reclamaron ayer ayudas para recuperar las más de 800 hectáreas de cultivos que arrasó el fuego, al margen de las 5.700 de bosque y matojos. Los alcaldes recordaron que los olivares y viñedos actuaron como cortafuegos y exigieron subvenciones para mantener y potenciar estos cultivos. En el mismo sentido se expresó el sindicato Unió de Pagesos, que criticó al consejero de Interior, Xavier Pomés, por acusar inicialmente a los agricultores de provocar el fuego al quemar rastrojos.

Los grupos municipales del Ayuntamient...

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Los alcaldes de los municipios afectados por el incendio del Alt Empordà reclamaron ayer ayudas para recuperar las más de 800 hectáreas de cultivos que arrasó el fuego, al margen de las 5.700 de bosque y matojos. Los alcaldes recordaron que los olivares y viñedos actuaron como cortafuegos y exigieron subvenciones para mantener y potenciar estos cultivos. En el mismo sentido se expresó el sindicato Unió de Pagesos, que criticó al consejero de Interior, Xavier Pomés, por acusar inicialmente a los agricultores de provocar el fuego al quemar rastrojos.

Los grupos municipales del Ayuntamiento de Roses aprobaron ayer en un pleno municipal extraordinario solicitar a las administraciones ayudas para los pocos olivares y viñedos que quedan en la población. El alcalde de Roses, Carles Páramo (CiU), explicó que, ante la imposibilidad de recuperar la agricultura en toda la zona del cabo de Creus, "es necesario ayudar a las personas que mantienen estas actividades porque se ha demostrado la importancia de los cultivos como cortafuegos naturales".Por su parte, el alcalde de La Selva de Mar, Carles Buscató (CiU), también se mostró partidario de estas ayudas asegurando que "quizá sería más efectivo un olivar que todos los servicios de emergencia". Opinión que comparte el alcalde de Garriguella, Josep Antoni López de Pablo (PSC), quien apostó por respaldar la introducción de nuevos cultivos en la zona.

Los alcaldes de los municipios afectados se reunirán hoy con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y con representantes de los departamentos de Medio Ambiente y Agricultura con objeto de evaluar los daños ocasionados por el fuego y decidir las acciones que se llevarán a cabo para repararlos y evitar un nuevo incendio forestal.

Impuesto especial en Roses

Algunos ayuntamientos ya han empezado a aprobar iniciativas en este sentido, como es el caso del de Roses, que acordó ayer crear un impuesto sobre las urbanizaciones que se encuentran en zonas susceptibles de padecer un incendio, como Mas Fumats y Mas Boscà. Los propietarios de viviendas de estas urbanizaciones pagarán a partir del próximo año entre 10.000 y 12.000 pesetas para costear la adecuación de cortafuegos y la limpieza de vegetación. El alcalde afirmó: "Quien tiene el capricho de tener un chalet en la montaña, exponiéndose a un riesgo, debe pagar". En el caso de Llançà, el Ayuntamiento aprobó ayer solicitar a las instituciones ayudas para el cementerio y el vertedero municipal, que resultaron afectados por el fuego, y la limpieza de los arroyos para evitar los efectos de las lluvias de invierno.Del mismo modo, el sindicato Unió de Pagesos argumentó que la concesión de ayudas es necesaria porque la falta de agricultores incrementa el riesgo de incendios forestales. Los responsables del sindicato aseguraron que 50 años atrás, cuando había más actividad agrícola y ganadera en la zona, era impensable que se produjera un incendio similar al de los últimos días. Unió de Pagesos anunció que en los próximos días elaborará un estudio comparativo entre los costes que supondrían las ayudas agrícolas y los que comportan para la sociedad las políticas forestales de limpieza de los bosques, los servicios de emergencia que actúan para apagar un incendio y los trabajos que deben realizarse para paliar las consecuencias del fuego.

Por otra parte, el consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, respondió ayer a las críticas efectuadas el martes por el presidente del PSC, Pasqual Maragall, quien censuró la política de incendios de la Generalitat. Puig calificó ayer de "patético" a Maragall y aseguró que "dice tonterías" porque "sólo conoce el Empordà porque veranea allí". Según Puig, es "lamentable" que Maragall "salga ahora haciendo pareados intentando imitar a su abuelo", en alusión a estas palabras del líder socialista: " el país de la lengua honrada y la tierra quemada".

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Pere Duran

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