Reportaje:OFICIOS VERANIEGOSJUAN ROMERO - Ecologista y músico

Melodía en verde

Juan Romero se coloca por las mañanas el traje verde del ecologismo sobre una piel de músico que sólo muestra al caer el sol. Este amante del clarinete, un instrumento de viento al que dedica una gran parte de su tiempo en verano, es el portavoz de los ecologistas onubenses desde 1989 y profesor de Educación Física.Nació hace 47 años en Berrocal, una localidad situada en plena comarca minera de Huelva. Considera que la ecología y la música son "las dos caras de una misma moneda, porque ambas son melodía y armonía a la vez". Por eso, ahora, durante los meses de verano, se dedica a amenizar, jun...

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Juan Romero se coloca por las mañanas el traje verde del ecologismo sobre una piel de músico que sólo muestra al caer el sol. Este amante del clarinete, un instrumento de viento al que dedica una gran parte de su tiempo en verano, es el portavoz de los ecologistas onubenses desde 1989 y profesor de Educación Física.Nació hace 47 años en Berrocal, una localidad situada en plena comarca minera de Huelva. Considera que la ecología y la música son "las dos caras de una misma moneda, porque ambas son melodía y armonía a la vez". Por eso, ahora, durante los meses de verano, se dedica a amenizar, junto a la banda municipal de su pueblo, las fiestas y romerías de la provincia onubense.

Los inicios musicales de este ecologista convencido se sitúan en su infancia: "Desde muy pequeño fui educado en un ambiente musical. Me entusiasmaban las bandas municipales que venían al pueblo durante las fiestas patronales, aunque por aquella época no tenía medios económicos para aprender solfeo".

Romero se marchó a la capital en 1975 para estudiar en el Colegio Menor San Pablo. "Allí ingresé en la banda infantil de Huelva, que se dedica a instruir a jóvenes que luego pasarían a formar parte de la banda del Ayuntamiento. En ese momento tocaba la tuba, la bandurria y el laúd, por lo que mi formación era bastante completa". Con 26 años consiguió una plaza en el conservatorio de Valverde del Camino, pero sólo superó el grado elemental de la carrera de solfeo. Luego abandonó.

La pasión por el clarinete le llegó de la mano de un músico veterano de Berrocal, Fermín Delgado, que falleció hace dos años. "Era un verdadero autodidacto y tocaba en todas las fiestas. Le acompañé durante muchos años y él fue el que me inculcó la pasión por este instrumento".

Juan Romero, que entiende la música como una forma de evadirse, de encontrarse con sus sentimientos, reconoce que no puede dedicarle mucho tiempo de su vida.

Este onubense agarra el clarinete y se entrega al pasodoble cuando llega el fin de semana. "La banda recorre todos los pueblos que puede para tocar las dianas, de madrugada, con el sabor de los pestiños y el aguardiente que nos dan los vecinos. Otras veces vamos a las corridas de toros, aunque parezca paradójico que un ecologista pueda participar de este tipo de espectáculos", asegura sonriendo.

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