Ibarretxe asume la propuesta de paz del PSE y convoca una nueva ronda con los partidos

El PNV dio ayer un paso de acercamiento al PSE y se alejó un poco más de EH. El Parlamento vasco aprobó con los votos de peneuvistas, socialistas, UA e IU los tres primeros puntos de una iniciativa del PSE en la que se propone crear una nueva mesa de diálogo abierta a todos los partidos que rechacen la violencia. El PP votó en contra, al igual que EA y EH. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, se apresuró a asumir la medida. Ha convocado para el lunes una ronda de contactos con los partidos, de la que sólo estará ausente el PP, que se niega a participar en este foro en las actuales circunstanci...

El PNV dio ayer un paso de acercamiento al PSE y se alejó un poco más de EH. El Parlamento vasco aprobó con los votos de peneuvistas, socialistas, UA e IU los tres primeros puntos de una iniciativa del PSE en la que se propone crear una nueva mesa de diálogo abierta a todos los partidos que rechacen la violencia. El PP votó en contra, al igual que EA y EH. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, se apresuró a asumir la medida. Ha convocado para el lunes una ronda de contactos con los partidos, de la que sólo estará ausente el PP, que se niega a participar en este foro en las actuales circunstancias. Su portavoz cargó contra el PSE: "Se ha acercado al PNV y se ha olvidado de la Constitución y del Estatuto y de exigir la condena del terrorismo".

El debate de la propuesta de diálogo de los socialistas generó un auténtico revolcón en las alianzas políticas del Parlamento vasco. Los socios se enfadaron y los adversarios coincidieron en las votaciones. Mientras el PNV apoyaba parcialmente la propuesta del PSE, al votar afirmativamente tres de los cuatro puntos, Eusko Alkartasuna, aliado de los peneuvistas en el Ejecutivo autónomo, votaba en contra, al igual que EH. Además, el PNV recordaba a la formación abertzale de Arnaldo Otegi que mientras no respete los derechos humanos "no habrá acuerdos".En el otro lado, socialistas y populares, formaciones que habían coincidido en los dos últimos años en los temas de pacificación, también se enfadaban. El PSE flexibilizó sus posturas para facilitar un acuerdo con todos, pero al PP le pareció que su intento era de hecho una ruptura en temas básicos como la Constitución y el Estatuto de Gernika, e incluso respecto al imprescindible principio de condenar los atentados terroristas para participar en la nueva mesa de diálogo. Curiosamente, en el lado del "no" a la propuesta del PSE coincidieron EH, EA y el PP.

Al final, el PSE se mostró satisfecho por el resultado de la votación. El número dos de esta formación, Jesús Eguiguren, declaró tras la sesión: "Es el fin de una manera de hacer política y comienza una nueva etapa en el País Vasco".

Proceso de diálogo

La propuesta de los socialistas establece en su primer punto que es "urgente activar un proceso de diálogo que supere la actual incomunicación política". En segundo lugar insta al lehendakari a "convocar a todas aquellas fuerzas políticas representadas en el Parlamento vasco y que deseen participar en este reencuentro". El tercer punto establece como requisitos previos "la aceptación de las reglas de juego democráticas y, por consiguiente, la renuncia expresa a la violencia como instrumento político, así como el compromiso de los participantes en su erradicación".

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, se apresuró a convocar con carácter inmediato, el próximo lunes, una nueva ronda de conversaciones con los partidos políticos, la cuarta desde que tomó posesión de su cargo. Todas las formaciones, menos el PP, que mantiene rotas las relaciones con Ibarretxe tras el quinto asesinato de ETA desde la ruptura de la tregua, aceptaron enseguida la invitación. Tres días después de esa cita, el presidente vasco viajará a Madrid para reunirse con el presidente del Gobierno central, José María Aznar.

El PP, además de negarse a hablar con Ibarretxe, rechazó el cuarto punto de la propuesta socialista, al igual que lo hicieron todos los demás partidos, en el que se establecía que "el acatamiento y respeto a la legalidad vigente es condición básica". El portavoz de los populares, Leopoldo Barreda acusó al PSE de acercarse a los postulados del Pacto de Lizarra con un texto que es "fácilmente manipulable por los nacionalistas". Joseba Egibar, del PNV, criticó el "inmovilismo" del PP. "No es que no quiera una mesa de partidos", dijo, "es que no quiere ni una mesa de ping-pong".