Afectados por el uranio en Andújar piden una pensión para viudas de empleados
Ex directivos de la Fábrica de Uranio de Andújar (FUA) declararán esta semana en la demanda interpuesta por la asociación de antiguos trabajadores de la empresa, quienes reclaman indemnizaciones por el tiempo en que permanecieron expuestos a radiactividad. Entre las reivindicaciones de este colectivo se encuentra una pensión para las viudas de los afectados.
La declaración de los ex directivos tendrá lugar el jueves y el viernes en el Juzgado de Instrucción número 23 de Madrid, que remitirá posteriormente los testimonios al Juzgado número 1 de Andújar, que es el que instruye la querella...
Ex directivos de la Fábrica de Uranio de Andújar (FUA) declararán esta semana en la demanda interpuesta por la asociación de antiguos trabajadores de la empresa, quienes reclaman indemnizaciones por el tiempo en que permanecieron expuestos a radiactividad. Entre las reivindicaciones de este colectivo se encuentra una pensión para las viudas de los afectados.
La declaración de los ex directivos tendrá lugar el jueves y el viernes en el Juzgado de Instrucción número 23 de Madrid, que remitirá posteriormente los testimonios al Juzgado número 1 de Andújar, que es el que instruye la querella.Rogelio Aguilar, secretario de la asociación de antiguos trabajadores, resume en cuatro los puntos reivindicativos sobre los que se apoya la querella: reconocimiento médico por técnicos y especialistas en medicina nuclear; indemnización por el tiempo en que estuvieron expuestos "sin información ni medidas de prevención" a la radiactividad de la FUA; reconocimiento de enfermedad profesional para todos los afectados por alguna enfermedad (hasta ahora se les reconoce como enfermedad común) y una pensión para las viudas de los más de 40 antiguos trabajadores (la fábrica contó con más de 120) que, según los miembros de la asociación, han muerto en los últimos años a consecuencia de la contaminación radiactiva.
Andrés de la Fuente, vicepresidente de la asociación, estuvo 30 años trabajando en la FUA como transportista de minerales radiactivos. Hoy, con 68 años, asegura que sufre silicosis, osteoporosis e insuficiencia respiratoria. En los reconocimientos médicos siempre lo declararon apto.
Tanto él como sus compañeros denuncian prácticas irregulares por parte de la empresa como el hecho de que tuvieran que lavar la ropa en su casa o que inhalaran el gas que se desprendía de los secadores de uranio ante la ausencia de mascarillas u otras medidas de protección. "¿Nos preguntamos quién será el próximo?", asegura Rogelio Aguilar, que acusa a los antiguos responsables de la FUA de haberlos utilizado como "conejillos de indias".