La junta directiva del parque de L'Albufera revisa hoy el plan para encauzar barrancos investigado por la UE

La junta directiva del parque natural de L'Albufera examina hoy el proyecto de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para encauzar 42 kilómetros de longitud de varios barrancos dentro del enclave protegido, una obra investigada por la Unión Europea (UE) a raíz de varias denuncias ecologistas y que, según la Consejería de Medio Ambiente, ha sido revisado para tener menor impacto ambiental.El proyecto en cuestión es la primera fase del proyecto denominado Restitución y adaptación de los cauces naturales de los barrancos Poyo, Torrent, Chiva y Pozalet. En esta fase se prevé encauzar 7,5 k...

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La junta directiva del parque natural de L'Albufera examina hoy el proyecto de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para encauzar 42 kilómetros de longitud de varios barrancos dentro del enclave protegido, una obra investigada por la Unión Europea (UE) a raíz de varias denuncias ecologistas y que, según la Consejería de Medio Ambiente, ha sido revisado para tener menor impacto ambiental.El proyecto en cuestión es la primera fase del proyecto denominado Restitución y adaptación de los cauces naturales de los barrancos Poyo, Torrent, Chiva y Pozalet. En esta fase se prevé encauzar 7,5 kilómetros del barranco de Chiva, de los que 6.230 metros están dentro del parque. Los ecologistas de SEO-Birdlife y de Acció Ecologista Agró denunciaron la obra ante Bruselas porque, además de cuestionar la necesidad de encauzar los barrancos con una "obra dura" (escolleras y forros geotextiles para impedir que crezca la vegetación), la declaración de impacto no preveía qué pasará con la fauna y la flora aguas abajo de la obra, es decir tras su desembocadura en una zona de alto valor ecológico y muy frágil: la Punta de Llebeig.

Tras la denuncia, desde Bruselas se reclamó información a la CHJ y a la consejería y tras una reunión a tres bandas se acordaron ciertas modificaciones. Hace dos meses, ante la falta de respuesta la Comisión hizo un apercibimiento donde exigía respuesta en un plazo de tres meses. La CHJ respondió el 5 de mayo.

El proyecto revisado, que al parecer incluye taludes de tierra (y no de piedra, y una desembocadura abocinada para laminar el agua) es el que examinará hoy la junta directiva del parque. Pero a falta de conocerlo en detalle, los ecologistas ponen en cuarentena sus bondades ambientales.

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