El Ayuntamiento de Vitoria endurece las medidas contra el ruido excesivo

Vitoria se declaró ayer ciudad silenciosa. Todos los grupos municipales aprobaron por unanimidad una nueva ordenanza que endurece las medidas contra la contaminación acústica. Las motos sin tubo de escape o vehículos demasiado ruidosos (incluidos los que se utilizan durante las eleccciones), las alarmas incesantes y los bares que molesten más de lo permitido serán susceptibles de sanciones más cuantiosas y mediante un procedimiento más ágil. La normativa entrará en vigor a primeros de junio.

La asociación de municipios vascos, Eudel, ha tomado nota de estas medidas y de otras que se uti...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Vitoria se declaró ayer ciudad silenciosa. Todos los grupos municipales aprobaron por unanimidad una nueva ordenanza que endurece las medidas contra la contaminación acústica. Las motos sin tubo de escape o vehículos demasiado ruidosos (incluidos los que se utilizan durante las eleccciones), las alarmas incesantes y los bares que molesten más de lo permitido serán susceptibles de sanciones más cuantiosas y mediante un procedimiento más ágil. La normativa entrará en vigor a primeros de junio.

La asociación de municipios vascos, Eudel, ha tomado nota de estas medidas y de otras que se utilizan en diferentes ciudades (Bilbao, Barakaldo, Zaragoza) para elaborar un gran libro de recomendaciones que se distribuirá entre todos los ayuntamientos afiliados. En el documento, de 600 páginas y que también se editará en CD-Rom, se ofrece una extensa lista de directrices medioambientales, referidas al agua, al ruido, a los suelos y otros aspectos. En un mes se prevé que estará terminado y que sirva para que los ayuntamientos con pocos medios elaboren sus propias ordenanzas locales.En Vitoria, el Ayuntamiento cuenta con la experiencia de los 10 años en que ha funcionado la anterior normativa sobre ruidos. De modo que ya sabe hasta qué punto es factible hacer que se cumpla la ley. Para que así sea, una fórmula consiste en el endurecimiento de las sanciones. La nueva ordenanza impone multas que van desde un simple apercibimiento hasta las 250.000 pesetas, o incluso el cierre o retención definitiva del local o el vehículo infractor.

Para garantizar el cumplimiento de la norma existe una plantilla de seis inspectores, un número "suficiente" según el concejal de Medio Ambiente, José Antonio Pizarro (UA). En el nuevo texto se han introducido novedades como una rebaja en el límite de decibelios admisibles en un hogar durante la noche (de 28 a 27). Además, el Ayuntamiento dispone ahora de un procedimiento más rápido para sancionar. "Antes podían pasar meses en que un bar, un día tras otro, estuviera sobrepasando los límites de ruido permitidos. Pero como se consideraba una falta leve, no se podía actuar hasta los cuatro meses. Ahora, la reiteración de una falta puede llevar a medidas cautelares, como una sanción o el cierre", explicó Pizarro.

La Policía Local podrá retirar motos sin tubo de escape, o vehículos que excedan los decibelios permitidos, o cuyas alarmas suenen sin cesar y si no aparece el conductor. El Ayuntamiento llegó a pensar en sancionar los ruidos excesivos que salgan de los hogares durante el horario nocturno (de diez de la noche a ocho de la mañana), pero finalmente ha desistido porque la legislación lo impide. "Sí podemos llamar la atención", especificó el concejal delegado. La asociación de hosteleros ha puesto en duda la capacidad municipal para aumentar las sanciones, aunque su alegación se ha rechazado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En