El verdadero 'conflicto'

Tras el asesinato de José Luis López de Lacalle, de un demócrata, de un hombre que amaba la libertad y que luchó por ella toda su vida, yo también creo que existe un conflicto en este país. Pero no es otro que la profunda división existente entre los demócratas y los fascistas; entre los que leemos los periódicos y los que matan periodistas; entre quienes amamos la libertad y los que quieren destruirla.Leo con estupor que, seguramente, la persona que ha matado a José Luis López de Lacalle no tendrá más de 25 años. Es decir, este asesino nació cuando ya había muerto Franco, la dictadura ya no e...

Tras el asesinato de José Luis López de Lacalle, de un demócrata, de un hombre que amaba la libertad y que luchó por ella toda su vida, yo también creo que existe un conflicto en este país. Pero no es otro que la profunda división existente entre los demócratas y los fascistas; entre los que leemos los periódicos y los que matan periodistas; entre quienes amamos la libertad y los que quieren destruirla.Leo con estupor que, seguramente, la persona que ha matado a José Luis López de Lacalle no tendrá más de 25 años. Es decir, este asesino nació cuando ya había muerto Franco, la dictadura ya no existía, José Luis estaba ya agotado de haber luchado contra el franquismo y por la libertad, tras haber pasado largos años en la cárcel por defender la democracia. Lo que Franco no pudo, matar su profunda libertad, lo han conseguido esta banda de mafiosos, matar su vida. Por esto, qué quieren que les diga sobre ese conflicto del que hablan. Libérense de sus ataduras, sean libres, expresen sus ideas con profunda libertad, sin tener que mirar qué dice esa banda, si les sienta bien o mal; mientras tanto su silencio les hace cómplices de la situación.

No es necesario ahondar más en palabras, en disquisiciones sobre el bien y el mal o de dónde venimos, sino pararnos a pensar y a trabajar para conseguir un futuro en paz y en libertad, donde todos podamos compartir ese mundo que deseamos. Gracias al trabajo durante toda una vida de José Luis, sabemos que al final, tarde o temprano, las ideas vencerán sobre las armas, los demócratas ganaremos frente a los liberticidas. En definitiva, se puede matar a las personas, pero las ideas nunca mueren.

Ante esta situación de dolor, de impotencia es más que nunca necesaria la unidad y la serenidad, unidad pero con firmeza, serenidad pero también denunciando claramente a quienes se oponen a la voluntad mayoritaria del pueblo vasco, que no son otros que ETA.-