Los científicos tardarán "al menos tres semanas" en saber el origen de la nube de ozono

Las causas que provocaron la nube de ozono troposférico que cubrió parte de la región en la noche del sábado de la semana anterior no se conocerán al menos hasta dentro de tres semanas, según José Aguado, coordinador del grupo que estudia este fenómeno. Este comité - integrado por 10 especialistas en química, meteorología y sanidad- analiza desde el jueves los datos aportados por la red medidora de la Comunidad para determinar el origen de la contaminación, que superó en un 300% el índice a partir del cual las autoridades decretan la alerta a la población. En Fuenlabrada se midieron 1.133 micr...

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Las causas que provocaron la nube de ozono troposférico que cubrió parte de la región en la noche del sábado de la semana anterior no se conocerán al menos hasta dentro de tres semanas, según José Aguado, coordinador del grupo que estudia este fenómeno. Este comité - integrado por 10 especialistas en química, meteorología y sanidad- analiza desde el jueves los datos aportados por la red medidora de la Comunidad para determinar el origen de la contaminación, que superó en un 300% el índice a partir del cual las autoridades decretan la alerta a la población. En Fuenlabrada se midieron 1.133 microgramos de ozono por metro cúbico, cuando la situación de alerta se declara a los 360.Aguado, doctor en Ciencias Químicas de la Universidad Rey Juan Carlos, rehúsa avanzar las hipótesis que baraja ya su equipo. "No descartamos nada. Queremos hacer un trabajo serio, cuyos resultados no estarán disponibles, por lo menos, hasta dentro de tres semanas", dice.

El método de trabajo del equipo es "deductivo": "Iremos rechazando hipótesis que no concuerden con los datos de que disponemos", explica el catedrático. Éste cree que en Puertollano (Ciudad Real) y Canarias se produjeron en fechas anteriores fenómenos semejantes, aunque no se alcanzaron las cifras de Madrid.

El ozono, cuya molécula está formada por tres átomos de oxígeno, fue descubierto en 1839 por C. F. Schoenbein. Es un gas azulado y de olor fuerte, venenoso aun en pequeñas proporciones, debido a su fuerte reactividad. Si bien a nivel del suelo es venenoso, el ozono presente en la atmósfera es providencial, ya que logra absorber la componente ultravioleta de la luz solar, que es peligrosa para la vida. En 1934 se comprobó que el ozono es más abundante en la estratosfera (entre 15 y 30 kilómetros de altura), aunque en proporciones extremadamente pequeñas: si todo el ozono presente en la atmósfera se llevara a nivel del mar, el espesor de esa capa no pasaría de los tres milímetros, según el Laboratorio de Física de la Biosfera.

Gas bueno y gas malo

Además de este ozono bueno, hay el ozono malo, conocido como troposférico o superficial. Este gas, cuyos niveles alcanzaron cifras "asombrosas" en Madrid, se forma por la incidencia de los rayos solares en compuestos carbonados como el monóxido de carbono, el metano y otros hidrocarburos procedentes de la contaminación.

La contaminación de ozono troposférico, cuando es intensa, puede provocar irritación en los ojos, en las vías respiratorias, tos, dolor de cabeza y mala respiración en niños, ancianos y asmáticos.

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La Comunidad establece el nivel de aviso a la población en 180 microgramos, y el de alarma, a los 360. En la madrugada del pasado 29 de abril, todas las estaciones medidoras del sur de la región superaron estos valores. Los científicos no se explican cómo ocurrió, ya que faltaba un elemento fundamental para la generación de ozono troposférico: los rayos solares.

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