Profesores interinos de enseñanza secundaria
El motivo de esta carta es que quiero manifestar mi total desacuerdo con los profesores interinos de enseñanza secundaria que reclaman el carácter estable de sus puestos de trabajo y la suspensión de las ofertas de empleo público.Quiero señalar que la mayoría de los profesores interinos son personas que no han aprobado todos los ejercicios de la oposición y que, a pesar de ello (y a diferencia de cualquier otra oposición), entran en una lista por el mero hecho de haberse presentado y son llamados para trabajar como profesores interinos. Sin embargo, hay personas, las menos, que renuncian a esa...
El motivo de esta carta es que quiero manifestar mi total desacuerdo con los profesores interinos de enseñanza secundaria que reclaman el carácter estable de sus puestos de trabajo y la suspensión de las ofertas de empleo público.Quiero señalar que la mayoría de los profesores interinos son personas que no han aprobado todos los ejercicios de la oposición y que, a pesar de ello (y a diferencia de cualquier otra oposición), entran en una lista por el mero hecho de haberse presentado y son llamados para trabajar como profesores interinos. Sin embargo, hay personas, las menos, que renuncian a esas funciones con el fin de estudiar y aprobar todos los exámenes con una nota suficientemente alta para conseguir una plaza de profesor.
Me parece justo que se exija al Ministerio de Educación o a las consejerías de Educación la creación de plazas fijas, y no el empleo de profesores de carácter interino para cubrir sus necesidades de profesores. Pero creo que es totalmente injusto que para cubrir esas plazas fijas se dé prioridad a los profesores interinos, la mayoría de los cuales no ha aprobado todos los ejercicios; en efecto, estas personas pretenden (y van a conseguir) que se les conceda una plaza de funcionario sin pasar por un proceso selectivo en que se dé prioridad absoluta a los interinos.
Se está perjudicando así a todos aquellos que se dedican a estudiar, a formarse para ser profesores, y no para ser funcionarios (que parece ser la aspiración de muchos), y que no están representados por ningún sindicato. Me gustaría que los respectivos consejeros de Educación fueran conscientes de que, aunque sus interlocutores son los sindicatos, son muchos (profesores y aspirantes) los que no están representados por ellos.- .