La fábrica de Valdemoro de reciclaje de ruedas carece de licencia para funcionar

La fábrica de reciclaje de ruedas de coches inaugurada el martes en Valdemoro carece de los preceptivos permisos de funcionamiento que debe otorgar la Consejería de Medio Ambiente y la de Economía, según informó ayer un portavoz del Gobierno regional. El director gerente de la empresa Tecnología Integral de Recuperación de Caucho, José Antonio Megino García, admitió ayer que carece de los documentos imprescindibles para poner en marcha la fábrica, pero afirmó que los ha solicitado "hace casi un año sin recibir respuesta alguna". "La empresa cumple con todos los requisitos de seguridad", asegur...

La fábrica de reciclaje de ruedas de coches inaugurada el martes en Valdemoro carece de los preceptivos permisos de funcionamiento que debe otorgar la Consejería de Medio Ambiente y la de Economía, según informó ayer un portavoz del Gobierno regional. El director gerente de la empresa Tecnología Integral de Recuperación de Caucho, José Antonio Megino García, admitió ayer que carece de los documentos imprescindibles para poner en marcha la fábrica, pero afirmó que los ha solicitado "hace casi un año sin recibir respuesta alguna". "La empresa cumple con todos los requisitos de seguridad", aseguró.El director general de Calidad Ambiental, Ignacio López-Galiacho, envió ayer a los técnicos de la consejería a inspeccionar la fábrica. "Hemos podido constatar que la empresa no puede entrar en funcionamiento porque le falta la calificación ambiental y el permiso de la Dirección General de Industria para trabajar legalmente", aseguró. "Además, la empresa debe obtener la calificación de Gestor de Residuos para poder comenzar su actividad", explicó. "Estos requisitos formales se fundamentan en motivos prácticos", prosiguió. "Si Medio Ambiente les otorga la licencia de gestor de residuos, quiere decir que han superado las preceptivas inspecciones en materia de seguridad. Si la empresa comenzara a funcionar sin todos estos requisitos, lo estaría haciendo de forma ilegal".

La peligrosidad radica en la instalación de un contenedor de nitrógeno con el que se congelan los neumáticos para su tratamiento posterior.