El presidente de Suráfrica promueve una disparatada teoría que niega el VIH

El 10% de la población del país es seropositivo

Thabo Mbeki, presidente de Suráfrica, el país que en julio acogerá la Conferencia Internacional del Sida, ha enviado una insólita carta a su homólogo de EE UU, Bill Clinton, y al secretario general de la ONU, Kofi Annan, en la que les anuncia su apoyo a la teoría -disparatada, según la comunidad científica- de que el sida no es causado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), y que el AZT, el más extendido tratamiento contra la enfermedad, provoca más daños que beneficios a los afectados. En Suráfrica, un 10% de la población (4,2 millones de personas) es seropositiva y hay 1.700 infe...

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Thabo Mbeki, presidente de Suráfrica, el país que en julio acogerá la Conferencia Internacional del Sida, ha enviado una insólita carta a su homólogo de EE UU, Bill Clinton, y al secretario general de la ONU, Kofi Annan, en la que les anuncia su apoyo a la teoría -disparatada, según la comunidad científica- de que el sida no es causado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), y que el AZT, el más extendido tratamiento contra la enfermedad, provoca más daños que beneficios a los afectados. En Suráfrica, un 10% de la población (4,2 millones de personas) es seropositiva y hay 1.700 infectados cada día.

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En la carta enviada por valija diplomática, Mbeki acusa a Clinton y Annan de pretender imponer una solución occidental a la "catástrofe africana" del sida, lo que según Mbeki es "absurdo". "Semejante aproximación constituiría una traición criminal a la responsabilidad para con nuestro pueblo", asegura el presidente, que según sus ayudantes se informa sobre el sida navegando por Internet. En la red conoció las teorías de quienes ponen en duda que el VIH esté en el origen del sida, "científicos que en otra época habrían sido quemados en la hoguera por herejes", escribe en su carta. Un portavoz del Gobierno surafricano aseguró ayer que la decisión de enviar la carta se tomó "para explicar la posición de Mbeki ante algunas informaciones incorrectas o inexactas". El extravagante líder se distancia en la carta de las investigaciones más avanzadas y trata de apoyar la tesis de que el sida es distinto en África que en el resto del mundo. "Mientras que en Occidente el sida se transmite principalmente por relaciones homosexuales, está demostrado que en África, incluyendo nuestro país, la transmisión es heterosexual". "Por eso", dice Mbeki, "como africanos debemos ser nosotros los que nos enfrentemos a esta catástrofe estrictamente africana".

Mbeki defiende después las líneas alternativas de investigación y desprecia las convencionales. El presidente llega a hacer una comparación con el apartheid que ha marcado a su país: "No hace mucho aquí se mataba a la gente, se la torturaba, se la encarcelaba y se la marginaba porque la autoridad establecida consideraba que sus opiniones eran peligrosas y despreciables. Ahora se nos pide que hagamos justamente lo mismo que hacía la tiranía racista del apartheid a la que nos oponíamos, y sólo porque la mayoría apoya una perspectiva científica contra la que está prohibido disentir", escribe Mbeki en la carta revelada por el diario The Washington Post.

Numerosos expertos internacionales que luchan contra el sida denunciaron ayer la política oficial surafricana sobre la pandemia, y señalaron que, mientras los políticos discuten, los enfermos mueren, informa Reuters. Algunos especialistas hicieron un llamamiento, en especial a Estados Unidos, para que obliguen a la Administración de Mbeki a dialogar. La carta del mandatario fue duramente juzgada por John Moore, un destacado investigador del Centro Aaron Diamond de Nueva York: "Es blablablá, mientras Roma arde. Es trágico que haya que perder tiempo y esfuerzo en debatir dónde está la causa del sida, cuando deberíamos discutir cómo detenerlo".

Incluso los médicos surafricanos más eminentes han lamentado la postura de Mbeki. Malegapuru Makgoba, presidente del Consejo de Investigación Médica de Suráfrica, aseguró que la carta "crea una imagen de nosotros ridícula ante el resto del mundo". Este médico considera que la actitud del presidente complica aún más la lucha contra el sida en un país donde el 22% de las embarazadas son seropositivas, aunque la cifra se dispara al 33% en algunas regiones. La mitad de las personas infectadas con el virus del sida tiene entre 20 y 30 años de edad, lo que dentro de poco tiempo tendrá también consecuencias laborales y económicas en el país.

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