Hobetuz y Forcem han gastado 28.200 millones en la formación continua de trabajadores vascos

En los últimos cuatro años Hobetuz y Forcem han subvencionado con 28.201 millones de pesetas cursos de formación continua para los trabajadores vascos. A pesar del tiempo (cinco y ocho años, respectivamente) que ambas entidades llevan promoviendo el reciclaje profesional de los empleados, todavía no han culminado la homologación de los centros que imparten los cursos, a los que pueden optar empresas, sindicatos y patronales. Tanto el Forcem como Hobetuz han rehusado facilitar la relación de las principales empresas que dan los cursos en el País Vasco.

La Fundación vasca para la formació...

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En los últimos cuatro años Hobetuz y Forcem han subvencionado con 28.201 millones de pesetas cursos de formación continua para los trabajadores vascos. A pesar del tiempo (cinco y ocho años, respectivamente) que ambas entidades llevan promoviendo el reciclaje profesional de los empleados, todavía no han culminado la homologación de los centros que imparten los cursos, a los que pueden optar empresas, sindicatos y patronales. Tanto el Forcem como Hobetuz han rehusado facilitar la relación de las principales empresas que dan los cursos en el País Vasco.

La Fundación vasca para la formación profesional continua (Hobetuz) y la Forcem, que se encarga de la misma tarea en el conjunto de España, han destinado 28.201 millones de pesetas (169,4 millones de euros) en cursos para la adaptación de los conocimientos de los trabajadores vascos desde 1996, año en que se creó la fundación vasca. Además, entre 1993 y 1996, cuando Forcem era el único órgano de promoción de la formación continua, el País Vasco recibió cerca de 5.000 millones de pesetas en subvenciones para cursos de reciclaje. Sin embargo, desde la creación de Hobetuz hace cuatro años, la mayoría de las empresas han optado por recurrir a la fundación vasca. En 1998, Hobetuz subvencionó 711 planes de formación, frente a los 158 que realizó Forcem. La diferencia entre ambas fundaciones fue todavía mayor en 1999, cuando una subvención extraordinaria del Fondo Social Europeo a la fundación vasca provocó una segunda convocatoria de planes de formación que elevó hasta los 9.712 millones de pesetas los fondos que destinó Hobetuz, frente a la inyección de 1.817 millones de pesetas de Forcem.

Sindicatos, organizaciones patronales, empresas y centros de formación pueden optar a las convocatorias anuales que realizan las dos fundaciones para los planes de formación continua, una posibilidad que aprovechan CC OO y UGT, frente a la postura de ELA y LAB, que rechazan el papel de Forcem en el País Vasco, en sintonía con el Departamento de Trabajo del Gobierno vasco. Confebask, al igual que los sindicatos nacionalistas, no presenta planes de formación propios a ninguna de las dos convocatorias y se limita a asesorar a las empresas que quieran optar a las subvenciones de Hobetuz.

"El Forcem aquí está por la vía de hecho y contra todo derecho", señala un representante de ELA, quien asegura que el sistema de organización de Forcem "lleva en sí mismo el germen de corrupción". Mientras en la fundación estatal una comisión paritaria integrada por las patronales CEOE y Cepyme [Confederación española de la pequeña y mediana empresa] y los sindicatos UGT, CC OO y el gallego CIG deciden el reparto de los fondos, en Hobetuz funciona una comisión tripartita integrada por los departamentos de Presidencia, Industria y Trabajo, Confebask y los cuatro principales sindicatos vascos, que decide cada año los planes de formación.

En el País Vasco, además, de da prioridad a la participación de los centros de Formación Profesional en el reciclaje de los trabajadores y se limita al máximo la participación de sindicatos y patronales como administradores e impartidores de formación continua. Este año, frente a los 933 planes de formación que han presentado a Hobetuz las empresas, los sindicatos y las patronales tan sólo han solicitado subvenciones para 44 actividades formativas.

Sin homologación

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Esta medida trata de evitar el ejemplo del Forcem donde, según critica ELA, "la formación continua se ha convertido en un elemento de financiación, más o menos directa, de las organizaciones que están dentro [sindicatos y patronal]". "Los destinatarios de los fondos no pueden decidir sobre esos fondos", añade el sindicato nacionalista, que rechazó entrar en el patronato de Forcem.

La opinión es bien diferente en CC OO, que mantiene, junto a UGT, presencia minoritaria en Hobetuz. A juicio del representante de CC OO en esta fundación, José Luis Ruiz, la comisión tripartita de Hobetuz no garantiza que se esté impartiendo una formación continua adecuada, y considera que primar a los centros de Formación Profesional no es una buena decisión.

Pese a que Forcem ya ha realizado ocho convocatorias de planes de formación y Hobetuz, cinco, y que ambas fundaciones manejan miles de millones de pesetas cada año, ninguna de las dos entidades ha llevado a cabo un proceso de homologación de los centros que pueden impartir formación continua. Eso sí, mientras Hobetuz ya ha obligado a los centros que se han presentado a la convocatoria de ayudas para este año a iniciar el proceso de homologación, en Forcem todavía el tema no se ha planteado. CC OO y UGT aprovecharán la renovación del Acuerdo de Formación continua, que expira este año, para proponer la homologación de los centros.

En Euskadi, la lucha es otra. La brecha sindical se extiende también a la formación continua y CC OO Euskadi recela de los criterios que se impongan en Hobetuz para los centros que quieran impartir el reciclaje profesional.

Hobetuz en los tribunales

Las diferencias de criterio sobre formación continua que mantienen, por un lado, ELA, LAB, la Confebask y el Gobierno vasco, y, por otro, los sindicatos no nacionalistas ha llegado a los tribunales. CC OO ha impugnado judicialmente las cinco convocatorias de ayudas a planes de formación continua que ha realizado Hobetuz desde su creación en 1996. CC OO, que realiza formación continua a través de su fundación, Forem, rechaza de plano el tope impuesto por la comisión tripartita de Hobetuz y que impide a los cuatro sindicatos y a la patronal optar, en las mismas condiciones que las empresas o los centros de formación, a las ayudas a la formación continua. Confebask y los cuatro sindicatos, respectivamente, no pueden recibir para los programas de reciclaje de trabajadores que realicen más de un 5% del presupuesto total de la fundación vasca. Este porcentaje se reparte entre las cuatro centrales, en función de su representatividad.

"En 1999, tuvimos unos 60 millones de pesetas para organizar planes de formación continua frente a los 9.712 millones del presupuesto", critica José Luis Ruiz, representante de Comisiones en Hobetuz, quien añade que separar la formación continua del trabajo de los sindicatos impide que el reciclaje de trabajadores entre los contenidos de los convenios colectivos.

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