MEDICINA

La vacuna contra el sida libra una carrera con 25 competidores

A finales de 2001 se conocerán los primeros resultados de los dos ensayos más avanzados

Cada día, 15.000 personas se infectan con el virus del sida; casi seis millones cada año. Por eso, la gran esperanza es el descubrimiento de una vacuna. En estos momentos hay 25 competidores en esta carrera, con dos claros destacados: los ensayos, ya en fase III (es decir, en humanos), que se desarrollan en Estados Unidos y Tailandia y cuyos primeros resultados se podrán conocer a finales de 2001. Estos datos los aportó esta semana en Pamplona, en la V Reunión Nacional organizada por la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (Seisida), el responsable de vacunas sobre el sida de la Organ...

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Cada día, 15.000 personas se infectan con el virus del sida; casi seis millones cada año. Por eso, la gran esperanza es el descubrimiento de una vacuna. En estos momentos hay 25 competidores en esta carrera, con dos claros destacados: los ensayos, ya en fase III (es decir, en humanos), que se desarrollan en Estados Unidos y Tailandia y cuyos primeros resultados se podrán conocer a finales de 2001. Estos datos los aportó esta semana en Pamplona, en la V Reunión Nacional organizada por la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (Seisida), el responsable de vacunas sobre el sida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Saladin Osmanov.Al margen de esta carrera, hay otra paralela que trata de hallar una vacuna terapéutica que consiga mejorar la situación de los ya infectados. El objetivo de esta última vacuna -en España hay un ensayo que dirige Eduardo Fernández Cruz, del hospital Gregorio Marañón- es tratar a todos los enfermos que han desarrollado resistencias a los fármacos.

La vacuna preventiva es un objetivo que no se espera para antes de 10 años, pero es el sueño de la ONU y de la OMS. Una razón es que, dado su carácter preventivo, tiene un poder epidemiológico del que carecen los fármacos disponibles. Otra razón es su precio. "Probablemente resultará más cara que otras ya existentes para otras enfermedades", explica Osmanov, "pero será más barata que los fármacos porque no será necesario administrar dos y hasta tres dosis diarias. Con una dosis anual quizá sea suficiente. Cuando exista, siempre habrá mecanismos para reducir su coste. Así ocurrió con la vacuna de la hepatitis B. Su precio era de 200 dólares (17.500 pesetas); ahora cuesta cinco (875 pesetas)".

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