Críticas a Rouco por su actitud ante la guerra civil y la dictadura

El presidente de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, Enrique Miret Magdalena, expresó ayer su decepción por la negativa del cardenal Antonio María Rouco a reconocer el apoyo que prestaron los obispos a Franco durante la guerra civil y la posterior dictadura. El episcopado español "no se ha limpiado, desde el punto de vista mental, de lo que pasó en aquellos años, y por espíritu de cuerpo no quiere de ninguna manera condenar lo que pudieron hacer", dijo en referencia al discurso del cardenal ante la asamblea anual de la Conferencia Episcopal Española, que está reunida en Madrid.Miret señaló a...

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El presidente de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, Enrique Miret Magdalena, expresó ayer su decepción por la negativa del cardenal Antonio María Rouco a reconocer el apoyo que prestaron los obispos a Franco durante la guerra civil y la posterior dictadura. El episcopado español "no se ha limpiado, desde el punto de vista mental, de lo que pasó en aquellos años, y por espíritu de cuerpo no quiere de ninguna manera condenar lo que pudieron hacer", dijo en referencia al discurso del cardenal ante la asamblea anual de la Conferencia Episcopal Española, que está reunida en Madrid.Miret señaló ayer que las opiniones del cardenal coinciden con la línea que han mantenido tradicionalmente los obispos, "salvo alguna excepción". Los prelados actuales "no están tan alejados de la mentalidad de lo que supuso el franquismo, que los obispos avalaban", explicó. Según el presidente de la asociación de téologos que lleva el nombre del papa del Concilio Vaticano II, los obispos españoles "han perdido la oportunidad" de expresar el arrepentimiento de la Iglesia siguiendo el ejemplo de Juan Pablo II.

Sobre los numerosos procesos de canonización de mártires de la guerra civil iniciados por la Iglesia, Miret dijo que "todos ellos son del mismo lado, olvidando a quienes, también siendo católicos, murieron por seguir su conciencia y defender que la República era el régimen legalmente establecido". El teólogo puso como ejemplo el caso del diputado católico catalán Manuel Carrasco y Formiguera, que en 1938 fue ejecutado por los franquistas tras someterle a un rápido consejo de guerra.

Por su parte, la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales considera que la decisión del cardenal Rouco demuestra que la Iglesia "vive en el pasado". Eugenio Fernández, portavoz de esta asociación, declaró que, pese a que algunos obispos pueden discrepar de la postura oficial, la jerarquía católica siempre se mostró reacia a reconocer su papel "activo" de apoyo al bando vencedor. "Los obispos fueron una parte muy activa durante la guerra y la dictadura, apoyando a quienes se levantaron contra un Gobierno elegido democráticamente", añadió.

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