El 45% de los jóvenes se reconcilia con sus víctimas

El Ararteko ya expresó su preocupación cuando presentó el informe monográfico Intervención con menores infractores ante el hecho probado de que con el mismo tipo de actuación punible, los jueces aplican distinto tipo de sanciones. Xabier Markiegi no objetó nada si se debe al diferente criterio de los magistrados, pero en el fondo señaló su sospecha de que a veces influye de forma decisiva la falta de medios para imponer las medidas más adecuadas. Así, entre la batería de medidas con un carácter más pedagógico y socializador destacó las de la libertad vigilada, los servicios a la comunidad, los...

El Ararteko ya expresó su preocupación cuando presentó el informe monográfico Intervención con menores infractores ante el hecho probado de que con el mismo tipo de actuación punible, los jueces aplican distinto tipo de sanciones. Xabier Markiegi no objetó nada si se debe al diferente criterio de los magistrados, pero en el fondo señaló su sospecha de que a veces influye de forma decisiva la falta de medios para imponer las medidas más adecuadas. Así, entre la batería de medidas con un carácter más pedagógico y socializador destacó las de la libertad vigilada, los servicios a la comunidad, los internamientos de fin de semana o la mediación y reparación entre la víctima y el joven infractor.El esfuerzo en los últimos años del departamento en proveer de medios materiales y humanos a los jueces de menores para que puedan aplicar este tipo de disposiciones ha llevado a que en 1999 un 45% de las medidas aplicadas haya sido de mediación y reparación, cuando este porcentaje apenas alcanzaba el 27% en 1997. Según un estudio del Departamento de Justicia, el resto de las 488 medidas impuestas por los jueces el año pasado se repartió entre un 12,3% de amonestaciones y un 15,8% de prestación de servicios en beneficio de la comunidad. La libertad vigilada se empleó en 11,5% de los casos y los ingresos en centros de menores -ya sea en régimen abierto o semiabierto-, en un 10,4%. Entre las alternativas menos frecuentes están los internamientos de fines de semana (3,1%) y los tratamiento ambulatorios (1,8%).