Cerca de 200.000 muertos entre los años 1962 y 1996

Los crímenes que investigará a partir de ahora la Audiencia Nacional abarcan un conflicto de 34 años (entre 1962 y 1996) que dejó 150.000 muertos y 45.000 desaparecidos: cerca de 200.000 víctimas mortales en un país de 10 millones de habitantes. La mayoría eran civiles desarmados, sobre todo indígenas mayas, que representaron un 83% de las víctimas, aunque su presencia en la población es del 59%.

La época más documentada en la querella admitida ayer a trámite es la más sangrienta, desde la primera matanza colectiva de indígenas, en 1978 en Panzós, con un centenar de mayas muertos, hasta...

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Los crímenes que investigará a partir de ahora la Audiencia Nacional abarcan un conflicto de 34 años (entre 1962 y 1996) que dejó 150.000 muertos y 45.000 desaparecidos: cerca de 200.000 víctimas mortales en un país de 10 millones de habitantes. La mayoría eran civiles desarmados, sobre todo indígenas mayas, que representaron un 83% de las víctimas, aunque su presencia en la población es del 59%.

La época más documentada en la querella admitida ayer a trámite es la más sangrienta, desde la primera matanza colectiva de indígenas, en 1978 en Panzós, con un centenar de mayas muertos, hasta 1984. A partir de ese año, la presión internacional forzó el nombramiento de presidentes civiles y el inicio de unas conversaciones de paz que aún iban a necesitar 12 años para desembocar en un acuerdo firme.La Fundación Rigoberta Menchú ha recopilado pruebas y testimonios de las matanzas cometidas contra los indígenas, ya que basa su querella en el informe de la Comisión de Esclarecimiento Histórico, que en 1999 responsabilizó al Ejército del genocidio cometido en Guatemala, y del informe que en 1988 costó la vida al arzobispo Juan Gerardi. "Las exhumaciones de tumbas colectivas se han hecho en presencia de antropólogos forenses y miembros de la Administración de la Justicia guatemalteca. Tenemos fotos, radiografías y análisis de ADN, por ejemplo, de los 67 niños hallados en una fosa. Desde ese punto de vista, el proceso va a estar sólidamente documentado", manifestaron ayer fuentes de la fundación.

Según la querella de Menchú, Guatemala tiene el penoso récord de inaugurar en 1963 la práctica del secuestro y desaparición que las otras dictaduras latinoamericanas hicieron después rutinarios: en 1963 fueron detenidos, asesinados y lanzados al mar 28 líderes de la oposición. Comienza así el trabajo de unos escuadrones de la muerte que desde finales de los sesenta impusieron el terror. Primero, de forma selectiva. El poeta Otto René Castillo fue quemado vivo (1966). Un diputado opositor fue ametrallado en su silla de ruedas (1970). En esos primeros años, según la querella, escuadrones célebres como el Ojo por Ojo o el Jaguar Justiciero se cobraron 13.000 vidas. Todos aparecían en listas de "condenados a muerte" publicadas por el régimen.

En 1978, en Panzós, la matanza de cien indígenas es el gran aviso contra sus reuniones de protesta. A partir de ahí, una persecución sin límites que se ensañó contra los mayas.

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