Clinton pide a India que abandone la carrera nuclear y acceda al diálogo con Pakistán

El presidente de EEUU, Bill Clinton, instó ayer al Gobierno indio a que dé ejemplo y abandone sus programas de armas nucleares. Durante un discurso en el Parlamento indio, Clinton afirmó que, por su tamaño, su población y su tradición de no violencia, "el liderazgo de India en la no proliferación puede mover el mundo". El presidente estadounidense también insistió en que, en su condición de país democrático, India debería tomar la iniciativa para reabrir el diálogo con Pakistán como única forma de solucionar sus diferencias sobre la región de Cachemira.

"La confianza con uno de nuestros...

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El presidente de EEUU, Bill Clinton, instó ayer al Gobierno indio a que dé ejemplo y abandone sus programas de armas nucleares. Durante un discurso en el Parlamento indio, Clinton afirmó que, por su tamaño, su población y su tradición de no violencia, "el liderazgo de India en la no proliferación puede mover el mundo". El presidente estadounidense también insistió en que, en su condición de país democrático, India debería tomar la iniciativa para reabrir el diálogo con Pakistán como única forma de solucionar sus diferencias sobre la región de Cachemira.

"La confianza con uno de nuestros vecinos está erosionada", había manifestado antes de la comparecencia de Clinton el primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, en clara alusión a Pakistán. El presidente de EEUU aseguró que "nunca más podremos aceptar el uso de la fuerza como lenguaje para las relaciones internacionales" y pidió a India y Pakistán que respeten la Línea de Control que divide Cachemira y que ha sido el desencadenante de dos de las tres guerras que los dos países han librado desde su independencia en 1947. "No estoy aquí para mediar entre India y Pakistán", aseguró Clinton, dando por concluidas las especulaciones en este sentido y ganándose la simpatía de la mayoría de los parlamentarios. "Sólo India y Pakistán pueden solucionar sus problemas, nadie más puede hacerlo". Clinton esperó hasta llegar al Parlamento para pronunciar la frase más categórica que ha salido de la Administración estadounidense sobre su papel en el conflicto de Cachemira.

Bill Clinton también aseguró que su Administración no pretende dictar la política nuclear de India. "Sólo India sabe qué es bueno para su seguridad, sólo India sabe lo que debe gastarse para defenderse de su entorno. Yo no soy nadie para aconsejar a un gran país lo que debe hacer", aseguró. Pero también afirmó que "sólo India puede saber si realmente está más a salvo hoy que antes de las pruebas nucleares. Desde Suramérica al sur de África están abandonando estas armas, dándose cuenta de que un futuro nuclear no es un futuro seguro". El país asiático se resiste a adherirse al Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares, desde las pruebas nucleares que realizó en mayo de 1998 pese a las presiones de EEUU, cuyo Senado, sin embargo, ha rechazado la ratificación de este tratado.

Clinton clarificó que el objetivo número uno de su visita y de las más de 200 personas que le acompañan es económico. El mandatario estadounidense expresó sus deseos de que India se convierta en los próximos años en el mayor socio comercial de Estados Unidos. De esta manera, el líder norteamericano se ganó la confianza y la simpatía de la mayoría de los más de 700 parlamentarios, aunque 85 de ellos, los representantes de los partidos comunistas, mantuvieron el boicoteo que habían anunciado y no asistieron. En las afueras del Parlamento unas 200 personas protagonizaron una manifestación en contra del imperialismo de Estados Unidos.

Por la tarde, Clinton dejó Nueva Delhi para ir a Agra y visitar el Taj Majal, donde anunció ayudas medioambientales para esta ciudad, que tiene uno de los mayores niveles de polución del mundo. El Taj Majal ha estado cerrado al público los últimos tres días y centenares de turistas han tenido que dejar la ciudad sin poder ver el mayor mausoleo de mármol del mundo.

Huelga general

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Por otra parte, el valle de Cachemira vivió una jornada de huelga general para guardar luto a las víctimas de la matanza del lunes en Chatisingphura. En esta pequeña aldea del lado indio de Cachemira, 35 miembros de la minoría religiosa sij fueron asesinados por un grupo de hombres armados en un atentado que Nueva Delhi atribuye a grupos islámicos apoyados por Pakistán. Todas las tiendas y empresas cerraron, y los que intentaron abrir fueron golpeados brutalmente por los vecinos. En Jammu, la capital de invierno de Cachemira, 15.000 sijs e hindúes marcharon hacia la casa del ministro del Estado para pedir su dimisión. Varios ataques suicidas de extremistas musulmanes a campos de seguridad indios acabaron con la vida de otras dos personas.

M. S. Bitta, presidente del Frente Indio Antiterrorista, ex ministro de Punjab, y miembro destacado de la comunidad sij, explicó ayer a EL PAÍS que su religión no es vengativa. "Nadie cruzará la frontera establecida para ir a matar a los musulmanes de Pakistán. Pero sí que vamos a garantizar nuestra seguridad a toda costa, nos ayude o no el Gobierno, y con armamento si hace falta". Bitta pidió a los Gobiernos de India y de Cachemira que encuentren al culpable y que garanticen la paz en la región. Ha enviado una carta a Clinton para que cambie de actitud y medie en el conflicto. "Sólo queremos vivir en paz. Y hace tantos años que nos matamos los unos a los otros...", añadió.

Más información: www.whitehouse.gov

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