España espera desde 1996 su Plan Hidrológico Nacional

El Gobierno tiene pendiente desde 1996 la aprobación del Plan Hidrológico Nacional, una norma prevista por la Ley de Aguas para ordenar los trasvases entre las cuencas que disponen de agua sobrante y las que no la tienen. Con un déficit estructural anual de más de 400 millones de metros cúbicos, Murcia es una de las regiones españolas que más necesita una decisión que garantice sus recursos hídricos. De no hacerlo, su agricultura, una de las más productivas de España, se verá cercenada y sus agricultores seguirán sumidos en la incertidumbre sobre el futuro de sus costosas inversiones en árbole...

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El Gobierno tiene pendiente desde 1996 la aprobación del Plan Hidrológico Nacional, una norma prevista por la Ley de Aguas para ordenar los trasvases entre las cuencas que disponen de agua sobrante y las que no la tienen. Con un déficit estructural anual de más de 400 millones de metros cúbicos, Murcia es una de las regiones españolas que más necesita una decisión que garantice sus recursos hídricos. De no hacerlo, su agricultura, una de las más productivas de España, se verá cercenada y sus agricultores seguirán sumidos en la incertidumbre sobre el futuro de sus costosas inversiones en árboles frutales y cultivos, que proporcionan un alto valor añadido. Ramón Valcárcel, presidente de Murcia, declaró esta semana que estaba dispuesto a comprar agua donde la hubiera.

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Además de Murcia, Almería, con sus cultivos de invernadero; las cuencas del Guadalquivir, Segura y Júcar; la margen derecha del Ebro, el sur de Cataluña, La Mancha, Baleares y todo el litoral mediterráneo son territorios donde sus habitantes se mantienen en vilo pendientes de unas predicciones meteorológicas que casi siempre anuncian malas noticias: no lloverá.

Paradójicamente, la falta de agua en España se da en las regiones con más perspectivas de crecimiento. Los desplazamientos demográficos no se dirigen hacia los territorios donde más llueve. Todo lo contrario. Las zonas que más crecen tienen un clima seco.

Resistencias

Frente al fuerte aumento previsto de la demanda de agua en la agricultura y el turismo de estas regiones en los próximos años, en el interior del país surgen colectivos radicalmente opuestos a cualquier iniciativa que suponga la modificación de los cursos fluviales -los trasvases- o a la construcción de embalses en las escasas zonas que aún quedan con capacidad para almacenar agua. Los habitantes de estas zonas no aceptan que se les desplace de la tierra donde viven para que otros saquen provecho del agua que ocupará su lugar.

El año 1999 fue el más seco de la década en España, y uno de los cuatro peores desde 1947. El principio del 2000 no ha sido mejor, según el Ministerio de Medio Ambiente, que el martes informó de que la reserva hidráulica se encontraba al 51,54% de su capacidad total, una provisión escasa pero todavía no alarmante.

El sureste español es la zona más seca, con reservas de sólo el 19,28% en la cuenca del Segura. El Ejecutivo tuvo que aprobar el 13 de enero un trasvase de emergencia de cinco millones de metros cúbicos desde el Tajo al embalse de Cuevas de Almanzora (Almería), y el envío de otros 133 millones a Murcia y Alicante.

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