La mitad de los acuíferos han bajado de nivel
El 40% el regadío valenciano, que ocupa más del 40% de las tierras de cultivo, se abastece con aguas subterráneas extraídas de los acuíferos a través de pozos. Pero las sequías cíclicas y la creación de nuevos regadíos en zonas de secano, han provocado una sobreexplotación de los acuíferos valencianos, que prácticamente están al mismo nivel que en julio de 1999. Según un informe del Ministerio de Medio Ambiente, con datos de noviembre del año pasado, 28 de los 64 acuíferos existentes en las cuencas del Júcar y del Segura han disminuido su nivel con respecto al año anterior, mientras que 17 per...
El 40% el regadío valenciano, que ocupa más del 40% de las tierras de cultivo, se abastece con aguas subterráneas extraídas de los acuíferos a través de pozos. Pero las sequías cíclicas y la creación de nuevos regadíos en zonas de secano, han provocado una sobreexplotación de los acuíferos valencianos, que prácticamente están al mismo nivel que en julio de 1999. Según un informe del Ministerio de Medio Ambiente, con datos de noviembre del año pasado, 28 de los 64 acuíferos existentes en las cuencas del Júcar y del Segura han disminuido su nivel con respecto al año anterior, mientras que 17 permanecen estables y sólo 19 han aumentado sus recursos. La tendencia a disminuir se manifiesta más en la cuenca del Segura, donde 16 acuíferos han disminuido, seis permanecen estables y otros seis han aumentado. En la cuenca del Júcar la situación es mejor, pero también han bajado su nivel 12 acuíferos, mientras que 13 han aumentado y sólo 11 permanecen estables.Si a esto añadimos el alto grado de salinización de muchos acuíferos, la situación es preocupante. AVA y La Unió coinciden en señalar que la Administración debe abordar políticas hidráulicas decididas para garantizar la estabilidad de los acuíferos. Los 46.600 millones de pesetas previstos por el Gobierno para la mejora de las obras hidráulicas valencianas, no son suficientes si no se potencia la reutilización de aguas residuales para riego, que actualmente no supera el 15% del volumen total de aguas depuradas, o se garantizan mayores aportes de agua.