Washington mantiene la polémica visita de Clinton
Horas después del asesinato del abogado del exprimer ministro paquistaní, Estados Unidos condenó el hecho a través del portavoz de la Casa Blanca, Joe Lockhart, quien lo calificó de "horrible acto de violencia". Lockhart insistió en la necesidad de realizar un juicio justo al exprimer ministro Nawaz Sharif. Para el portavoz, el proceso debe ser "libre, abierto y transparente". Estados Unidos señaló que no tiene información sobre el ataque, perpetrado pocas semanas antes de la visita de Clinton. El mandatario estadounidense negó el pasado jueves que su visita constituya un espaldarazo al actual...
Horas después del asesinato del abogado del exprimer ministro paquistaní, Estados Unidos condenó el hecho a través del portavoz de la Casa Blanca, Joe Lockhart, quien lo calificó de "horrible acto de violencia". Lockhart insistió en la necesidad de realizar un juicio justo al exprimer ministro Nawaz Sharif. Para el portavoz, el proceso debe ser "libre, abierto y transparente". Estados Unidos señaló que no tiene información sobre el ataque, perpetrado pocas semanas antes de la visita de Clinton. El mandatario estadounidense negó el pasado jueves que su visita constituya un espaldarazo al actual Gobierno militar de Pakistán.El asesinato de Iqbal Raad se ha producido cuatro días después de que Washington anunciara que, en su gira asiática, el presidente Clinton visitaría Pakistán. Precisamente el nombre del mandatario estadounidense salió a relucir el pasado jueves durante el juicio contra el ex primer ministro, ya que éste aseguró que el golpe de Estado que le apartó del poder comenzó a fraguarse cuando en un encuentro celebrado en junio con el presidente de EEUU, Sharif aceptó retirar de sus posiciones a las tropas paquistaníes que habían cruzado la frontera india en la disputada región de Cachemira, que ambos países reclaman desde que accedieron a la independencia. Los militares paquistaníes se habían opuesto reiteradamente a cualquier tipo de retirada y eran partidarios de adoptar una línea dura en las relaciones con India.
La política exterior estadounidense no apoyó el golpe incruento protagonizado por Pervez Musharraf, pero ha optado por el pragmatismo y ha preferido que Clinton se vea la cara con el general que actualmente rige el destino de Pakistán, dado que, al fin y al cabo, es uno de los protagonistas principales que puede evitar, o disparar, un conflicto de incalculables consecuencias en la región asiática.