En 1999, las empresas de Barcelona contrataron por primera vez a más mujeres que hombres
Las empresas de Barcelona contrataron el año pasado a más mujeres que hombres. Por primera vez las mujeres no sólo firmaron mayor número de contratos laborales (400.588 frente a 391.234) sino que además ganaron estabilidad. El 13% de la contratación femenina fue indefinida, aunque continúa siendo el segmento de la población que soporta los niveles más altos de precariedad laboral. El aumento de contratación de mujeres durante el año pasado ha permitido a Barcelona despegarse de la media española, aunque todavía está cuatro puntos por debajo de la europea.
Éstos son algunos de los datos ...
Las empresas de Barcelona contrataron el año pasado a más mujeres que hombres. Por primera vez las mujeres no sólo firmaron mayor número de contratos laborales (400.588 frente a 391.234) sino que además ganaron estabilidad. El 13% de la contratación femenina fue indefinida, aunque continúa siendo el segmento de la población que soporta los niveles más altos de precariedad laboral. El aumento de contratación de mujeres durante el año pasado ha permitido a Barcelona despegarse de la media española, aunque todavía está cuatro puntos por debajo de la europea.
Éstos son algunos de los datos del informe sobre el empleo y las mujeres en la ciudad de Barcelona facilitados ayer por la teniente de alcalde del Ayuntamiento, Maravillas Rojo, que arrojan porcentajes especialmente optimistas en la disminución del paro juvenil femenino -un 54% entre 1997 y 1999- para las menores de 30 años. Por el contrario, el desempleo continuó cebándose en el segmento de edad que supera los 40 años. La reforma laboral de 1997 ha beneficiado sobre todo a las mujeres al convertir en indefinidos buen número de los contratos temporales así como al regular los de tiempo parcial. Rojo insistió en que hacen falta nuevas fórmulas que estimulen el ritmo de la incorporación laboral de las mujeres, ya que, en su opinión, se está llevando a cabo con más lentitud de la deseable si el objetivo es equiparar Barcelona con la media de la Unión Europea.
Para ilustrar los sectores de la economía en los que la presencia de las mujeres sigue siendo muy escasa, el estudio señala que únicamente en la sanidad, los servicios sociales, la educación y la Administración pública la participación de las mujeres supera el 50%.En otros campos como la hostelería o los servicios financieros, los porcentajes alcanzados en Barcelona están por debajo de la media europea, lo que demuestra que existe un amplio campo en el que la contratación femenina puede crecer bastante.
El pasado año el paro juvenil femenino continuó la tendencia claramente a la baja iniciada en 1997, pues se redujo en un 54% el desempleo. En en este sentido Rojo destacó el alto nivel de formación de las chicas en carreras técnicas y en servicios, algo que empieza a ser muy valorado por los empresarios. Sin embargo, con las mujeres que superan la cuarentena ocurre lo contrario: los porcentajes de paro crecen por encima de la media, lo que demuestra hasta qué punto este segmento de edad precisa mayor atención teniendo en cuenta que no se está beneficiando de la actual coyuntura de expansión económica.
Mientras tanto, crece el colectivo de mujeres empresarias. En España representan un 20% de los ejecutivos con asalariados y un 29% de los que no tienen empleados. Un total de 671.000 mujeres españolas ejercían el año pasado de empresarias, el 13% de las mujeres ocupadas. Pese a que el Ayuntamiento de Barcelona no dispone de cifras sobre la ciudad, Rojo indicó que las mujeres catalanas demuestran una mayor voluntad emprendedora que las del resto de España. En base a los datos del padrón de 1996, son catalanas un 27% de las ejecutivas con asalariados y un 31% de las que no tienen empleados.
Respecto a la feminización del trabajo, la concejal puso ayer el acento en el largo camino que falta aún por recorrer. En este sentido citó la preocupación suscitada en la última cumbre europea de Helsinki en la que una de las cuatro observaciones que se hizo al Plan Nacional de Empleo del Reino de España fue la necesidad de priorizar la igualdad de oportunidades para las mujeres. En los reglamentos de los fondos estructurales europeos la igualdad de oportunidades se considera un requisito para poder beneficiarse de las ayudas económicas.
Durante 1999 se puso de relieve el interés de las mujeres de Barcelona en mejorar su capacitación profesional. Más de la mitad de los participantes en los programas de formación desarrollados ese año por la empresa municipal Barcelona Activa fueron mujeres. En el capítulo de formación ocupacional la participación femenina fue del 57% siendo los empleos de sectores emergentes, como las nuevas tecnologías, los que concentraron mayor interés femenino. En cambio, actividades como el sector de automatismos industriales o el mantenimiento de instalaciones, continúan interesando mayoritariamente a los hombres.