El 20% de los mayores que espera una residencia fallece antes de tener plaza

Uno de cada cinco mayores (20%) que solicita plaza en una residencia de la comunidad autónoma fallece antes de conseguirla. Los casos de emergencia social se atienden en 24 horas, pero el resto tiene que aguardar cómo mínimo seis meses. En la actualidad hay alrededor de 4.000 personas en lista de espera y un déficit de 7.000 plazas. Éste es, en apretada síntesis, el panorama al que según la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM) se enfrentan las personas que han superado los 65 años.

De todos estos datos, la Consejería de Asuntos Sociales sólo coincide con la FOAM en l...

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Uno de cada cinco mayores (20%) que solicita plaza en una residencia de la comunidad autónoma fallece antes de conseguirla. Los casos de emergencia social se atienden en 24 horas, pero el resto tiene que aguardar cómo mínimo seis meses. En la actualidad hay alrededor de 4.000 personas en lista de espera y un déficit de 7.000 plazas. Éste es, en apretada síntesis, el panorama al que según la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores (FOAM) se enfrentan las personas que han superado los 65 años.

De todos estos datos, la Consejería de Asuntos Sociales sólo coincide con la FOAM en las plazas que faltan. La administración prefiere hablar de "lista de reserva" y asegura que el 30% de las personas que solicita su ingreso en una residencia rechaza la plaza una vez concedida porque aún pueden vivir solas. En lo que ambas partes coinciden es en la necesidad de crear un entramado sociosanitario para que los mayores puedan envejecer en casa de modo que los centros sean el último recurso. Con 850.000 personas mayores de 65 años (el 13% de la población), Andalucía es la comunidad más joven de España. Sin embargo, el progresivo envejecimiento acentúa la escasez de recursos. La región tiene 2,9 plazas por cada 100 mayores, cuando la ratio recomendada por Naciones Unidas es de 3,5. La Consejería argumenta que Andalucía está en la media de las comunidades españoles. El problema es que de las 27.585 plazas existentes, sólo 1.145 son asistidas, es decir para personas que no pueden valerse por sí mismas. Consciente de esta descompensación, la Junta ha habilitado ayudas para que progresivamente las plazas de válidos se reconviertan para mayores que ya no se valen.

La falta de recursos es caldo de cultivo para la proliferación de residencias ilegales. La FOAM estima que en la comunidad hay entre más de 3.000 plazas irregulares. La Federación explica así la brecha que existe entre las 7.000 plazas que hacen falta y los 4.000 mayores que están en lista de espera. "El resto o se va a pseudoresidencias o ni siquiera solicita una plaza", asegura el secretario general de la organización Manuel Ataide. Sevilla, Málaga, Huelva y Jaén son las ciudades con mayor déficit de centros. La capital hispalense es la que está peor con un ratio de 1,5 puntos.

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