Los regidores de Móstoles, Getafe y Leganés no manejan partidas especiales

Los alcaldes de Móstoles (196.500 habitantes), Leganés (173.000) y Getafe (144.000), todos del PSOE, aseguraron ayer que no disponían de fondos ni de cuentas para sufragar sus gastos especiales. Todas las limosnas y donaciones que dan salen de sus bolsillos. Gobiernan en tres de los municipios con mayor número de vecinos y con presupuestos más abultados de la región. José Luis Pérez Ráez, el alcalde de Leganés, aseguró que el secretario municipal le ofreció abrir una partida presupuestaria para sus gastos personales. Éste lo rechazó al entender que "era muy peligroso, ya que se hace con el din...

Los alcaldes de Móstoles (196.500 habitantes), Leganés (173.000) y Getafe (144.000), todos del PSOE, aseguraron ayer que no disponían de fondos ni de cuentas para sufragar sus gastos especiales. Todas las limosnas y donaciones que dan salen de sus bolsillos. Gobiernan en tres de los municipios con mayor número de vecinos y con presupuestos más abultados de la región. José Luis Pérez Ráez, el alcalde de Leganés, aseguró que el secretario municipal le ofreció abrir una partida presupuestaria para sus gastos personales. Éste lo rechazó al entender que "era muy peligroso, ya que se hace con el dinero de todos los vecinos". "Yo puedo ser muy solidario y dar dinero a una persona necesitada para que coma, pero siempre sale de mi bolsillo", matizó Pérez Ráez.

Idéntica situación se vive en Getafe. La alcaldía sólo dispone de una partida para gastos de protocolo y representación, que no dirige el alcalde. "Yo no tengo capacidad para pedir 1.000 pesetas que haya dado a un pobre en la calle. Si lo hago, lo pago yo", señaló el regidor getafense, Pedro Castro. El dirigente socialista explicó que la atención a las personas necesitadas, la caridad y las limosnas es "una competencia exclusiva de la Concejalía de Servicios Sociales".

El regidor mostoleño, José María Arteta, también del PSOE, afirmó que carece de presupuesto para sus gastos. Tan sólo dispone de una tarjeta de crédito expedida a su nombre y con cargo a los presupuestos de la alcaldía.

Con ella sólo puede abonar las comidas que ofrece a las personalidades que visitan el municipio, tales como ministros, consejeros o directores generales. "En cualquier caso, son gastos muy concretos y justificados dedicados únicamente a comidas. Además, procuro que sean las justas, y cuantas menos, mejor. Con esa tarjeta no hago ningún otro pago", concluyó.