Proyección en el Hemisfèric
El pasado 1 de febrero, a los asistentes al Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española nos llevaron al Hemisfèric y nos proyectaron unas imágenes que (por llamarlas aún con benevolencia) fueron un auténtico bodrio. Aquello fue una tomadura de pelo, un insulto a la inteligencia de los congresistas. Sabemos que de esas imágenes que nos proyectaron no son responsables los organizadores del congreso y por eso deben quedar al margen. Pero el responsable de ello debería demostrar algo más de sindéresis. Y esto no es sólo una opinión mía. Todos aquellos con los que hablé pensaban lo mis...
El pasado 1 de febrero, a los asistentes al Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española nos llevaron al Hemisfèric y nos proyectaron unas imágenes que (por llamarlas aún con benevolencia) fueron un auténtico bodrio. Aquello fue una tomadura de pelo, un insulto a la inteligencia de los congresistas. Sabemos que de esas imágenes que nos proyectaron no son responsables los organizadores del congreso y por eso deben quedar al margen. Pero el responsable de ello debería demostrar algo más de sindéresis. Y esto no es sólo una opinión mía. Todos aquellos con los que hablé pensaban lo mismo.Menos mal que -para compensación y aunque era de noche- nuestra vista se recreó con la maravilla de aquel prodigio arquitectónico de Calatrava que es la Ciudad de las Artes y las Ciencias: una delicia para los sentidos, una canción donde la estructura de la piedra se convierte en poesía pura, un bellísimo y original poema que nos envuelve en un halo de magia.-