El eslabón perdido entre las aves y los dinosaurios resulta ser falso

La revista 'National Geographic' presentará disculpas por el error

Los restos fósiles hallados en China de un Archaeoraptor, considerado el eslabón perdido de la evolución entre dinosaurios y aves, han resultado ser falsos y han puesto en situación embarazosa a la mismísima National Geographic Society. El Archaeoraptor hallado, un animal cuyo cuerpo parecía poseer las alas con plumas de un ave y la musculosa cola de un dinosaurio, ha resultado ser en realidad la superposición de dos animales, según reconocieron fuentes de la revista.La National Geographic, una de las más famosas revistas del mundo en materia de arqueología y, en especial, en excavaciones de r...

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Los restos fósiles hallados en China de un Archaeoraptor, considerado el eslabón perdido de la evolución entre dinosaurios y aves, han resultado ser falsos y han puesto en situación embarazosa a la mismísima National Geographic Society. El Archaeoraptor hallado, un animal cuyo cuerpo parecía poseer las alas con plumas de un ave y la musculosa cola de un dinosaurio, ha resultado ser en realidad la superposición de dos animales, según reconocieron fuentes de la revista.La National Geographic, una de las más famosas revistas del mundo en materia de arqueología y, en especial, en excavaciones de restos de dinosaurios, dedicó su portada del número de noviembre al Archaeoraptor, ya que su hallazgo se consideraba un descubrimiento trascendental. Algunos de los paleontólogos que lo presentaron, el 15 de octubre de 1999, afirmaron que incluso habría que replantearse algunas de las teorías sobre dinosaurios y que era muy posible que varios de los grandes terópodos conocidos, como el Tiranosaurus Rex, tuvieran plumas.

"Nunca desde que yo soy editor de la revista había ocurrido algo así", declaró sobre la falsedad Bill Allen, de National Geographic Magazine. Sin que pueda por ahora afirmarse si se trata de un error o un fraude, el caso del Archaeoraptor pone al descubierto una polémica historia con extraños tintes desde sus orígenes. Primero, los restos fósiles, perfectamente conservados, salieron a la luz pública de modo furtivo en una exposición de gemas y minerales de Tucson (Arizona), donde fueron adquiridos por Stephen Czerkas, director del Museo de Dinosaurios de Monticello, en el estado de Utah.

Se desconoce cómo llegaron los restos a EEUU procedentes de China, aunque posiblemente lo hicieron de modo ilegal, dado el gran valor que ha alcanzado este tipo de fósiles, que tienen 120 millones de años. El problema no es que los fósiles sean falsos, lo que es falso es que se trate de un animal a caballo entre un dinosaurio y un ave, que era lo que le confería un valor especial. Phillip Currie, director del Museo Royal Tyrrell de Alberta, en Canadá, y experto en dinosaurios en la etapa de transición del Jurásico, se ha visto desagradablemente sorprendido por la noticia de su falsedad, porque afirmó con contundencia en octubre que el Archaeoraptor es el verdadero eslabón en la cadena que une a pájaros y dinosaurios.

La revista National Geographic presentará disculpas en su número de marzo próximo, y ha advertido de las dudas surgidas sobre los restos de dinosaurios que expone en su sede central, en Washington.

Fue un paleontólogo chino, que participó en las excavaciones,quien comunicó el error a la dirección de la revista. Sin embargo, según el diario USA Today, la revista había sido advertida en noviembre por un ornitólogo de la Institución Smithsoniana, Storrs Olson, de que los restos fósiles podrían no ser lo que los paleontólogos anunciaron a bombo y platillo.

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