Un polémico estudio niega que las mamografías sean útiles contra el cáncer

Una amplia revisión estadística que pone en duda la utilidad de las mamografías en la lucha contra el cáncer de pecho, recién publicada en la prestigiosa revista científica The Lancet, ha sorprendido y soliviantado a la vez a los oncólogos británicos. Elaborado por dos expertos daneses, el trabajo sugiere que las radiografías periódicas de mama son "una pérdida de tiempo" porque no contribuyen a reducir la tasa de mortalidad de las mujeres. Por el contrario, la mayoría de las asociaciones médicas que investigan y tratan la enfermedad en todo el mundo sostienen que las mamografías son la mejor ...

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Una amplia revisión estadística que pone en duda la utilidad de las mamografías en la lucha contra el cáncer de pecho, recién publicada en la prestigiosa revista científica The Lancet, ha sorprendido y soliviantado a la vez a los oncólogos británicos. Elaborado por dos expertos daneses, el trabajo sugiere que las radiografías periódicas de mama son "una pérdida de tiempo" porque no contribuyen a reducir la tasa de mortalidad de las mujeres. Por el contrario, la mayoría de las asociaciones médicas que investigan y tratan la enfermedad en todo el mundo sostienen que las mamografías son la mejor forma de descubrir tumores en formación.Peter Gotzsche y Ole Olsen, los dos expertos daneses del Centro Nordic Cichrance (Copenhague) responsables del estudio, basan sus conclusiones en su análisis de ocho ensayos, elaborados en Suecia, Canadá, Escocia y Estados Unidos, acerca de la eficacia de las mamografías. Gracias a estas pruebas diagnósticas, que incluyen a medio millón de mujeres, oncólogos de todo el mundo consideran probado que la revisión periódica de la mama puede reducir en un 25% la posibilidad de morir de este tipo de cáncer.

Sin embargo, Gotzsche y Olsen aseguran que seis de las pruebas internacionales analizadas no son válidas desde el punto de vista estadístico. Las mujeres reclutadas para las mamografías diferían demasiado en edad, extracción social y salud de los denominados grupos de control, compuestos por otras mujeres que no fueron sometidas por los médicos a la misma radiografía de tejidos blandos. Comparar el índice de cánceres diagnosticados entre estas últimas con los resultados de los análisis mamarios sería, por tanto, un error.

"Sólo dos de estas pruebas, efectuadas en Suecia y Canadá, cumplían con todos los requisitos de un buen estudio estadístico, y muestran que las mamografías no reducen el índice de defunciones atribuidas al cáncer de mama", según ambos estudiosos.

Fomentar la discusión

Ante la polémica desatada por sus conclusiones, el propio Peter Gotzsche declaró anoche a la cadena de televisión BBC que el único objetivo del estudio era "fomentar la discusión acerca de la mejor forma de detectar a tiempo el cáncer de mama". Con las cifras obtenidas anualmente en la mano, las asociaciones británicas que lo tratan e investigan reiteran que las mamografías siguen siendo la mejor respuesta.

Más de 1,2 millones de mujeres son revisadas de esta forma al año en el Reino Unido. Gracias a ello, en 1997-1998 fueron descubiertos cerca de 8.000 tumores. De éstos, 3.400 eran demasiado pequeños como para ser notados al tacto. "Claro que debemos seguir buscando la mejor forma de diagnóstico precoz del cáncer de mama, pero eso no significa que las mamografías sean inútiles. Tratar un tumor que se inicia es siempre más fácil que enfrentarse a un cáncer muy extendido", dijo ayer Jack Cuzick, miembro del Fondo para la Investigación del Cáncer.

Tanto él como sus colegas de la asociación benéfica Avances en la Lucha contra el Cáncer de Mama coincidieron en pedir a las mujeres británicas que tengan sentido común y no anulen sus citas para someterse a una mamografía. "Entre las mayores de 50 años, en especial, resulta una herramienta indispensable para evitar males mayores", asegura Cuzick. La sanidad pública británica, que está pensando en ampliar los servicios nacionales de mamografías para que lleguen hasta los 70 años, ha pedido también calma. Aunque muchos oncólogos reconocen que las nuevas medicinas han aumentado la tasa de curaciones y, con ellas, la esperanza de vida de las pacientes, ninguno se ve facultado para desechar aún las mamografías.

"Algunas de las pruebas criticadas en el trabajo danés presentaban fallos, es cierto, pero detectar un tumor diminuto a tiempo evita desfigurar a la paciente y someterla a tratamientos demasiado fuertes", según Gordon McVie, director general de la organización Campaña para la Investigación del Cáncer, y uno de los especialistas más respetados del Reino Unido.

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