Los trenes regionales han duplicado el número de usuarios desde el año 1991
Los trenes regionales de Cataluña tuvieron 5,5 millones de usuarios en el año 1991; al terminar 1999, la cifra llegaba a 9,5 millones. El viajero medio de este servicio, que une las principales poblaciones catalanas, emplea este transporte una media de tres veces por semana. La línea que enlaza Barcelona y Girona es utilizada diariamente por un buen número de personas que viven a más de 100 kilómetros de su puesto de trabajo.
Los servicios de trenes regionales están llamados a experimentar un notable crecimiento, muy posiblemente superior al 4%, según estudios facilitados por Renfe. El...
Los trenes regionales de Cataluña tuvieron 5,5 millones de usuarios en el año 1991; al terminar 1999, la cifra llegaba a 9,5 millones. El viajero medio de este servicio, que une las principales poblaciones catalanas, emplea este transporte una media de tres veces por semana. La línea que enlaza Barcelona y Girona es utilizada diariamente por un buen número de personas que viven a más de 100 kilómetros de su puesto de trabajo.
Los servicios de trenes regionales están llamados a experimentar un notable crecimiento, muy posiblemente superior al 4%, según estudios facilitados por Renfe. El inicio de este crecimiento se sitúa a principios de los años noventa, una década en la que el número de usuarios y el de trenes casi se ha duplicado. Pero si en el 2004 se implantaran los trenes de velocidad alta entre las principales capitales, tal como prevé la compañía, se podría alcanzar un crecimiento del 30% (unos tres millones de viajeros más).En 1991, Renfe ofrecía 18 convoyes al día; al terminar 1999, la cifra había llegado a 39. La mayor concentración de servicios se produce en la línea que enlaza Barcelona, Girona y Figueres, por la que circulan 10 trenes diarios. Este trayecto presenta una característica notable que lo diferencia del resto de las líneas: los usuarios son conmutter, es decir, personas que viven un un punto de la línea y que se desplazan cada día más de 100 kilómetros para ir a trabajar y recorren luego otros tantos para volver a su domicilio.
El gran despegue se produce a partir de 1992, con la implantación del servicio denominado Catalunya Exprés. Durante el primer año completo de funcionamiento (1993), este tipo de trenes fue utilizado por 1,7 millones de usuarios; al terminar 1999, los viajes realizados se situaban entre 3,9 y 4 millones.
La línea con menos servicios es la de Barcelona-Lleida, con sólo dos trenes diarios en cada sentido.
Renfe no sólo ha multiplicado el número de convoyes, sino que también los ha mejorado. Actualmente tiene en servicio 14 electrotrenes con 212 plazas (160 de segunda y 52 de primera), dotados de aire acondicionado, megafonía y máquinas expendedoras de bebidas y alimentos. Estos trenes alcanzan velocidades de hasta 140 kilómetros por hora, aunque la velocidad media del Catalunya Exprés es de 80 kilómetros por hora y la del resto de los trenes regionales de entre 58 y 60. La última de las novedades introducidas ha sido la transformación del espacio del furgón para cargar las bicicletas de los pasajeros.
Según se desprende de las encuestas realizadas por Renfe, el perfil del usuario de estos trenes es el de un profesional liberal o ejecutivo de empresa que se desplaza por motivos laborales una media de tres días por semana.
Las mejoras futuras en la línea incluyen el incremento de velocidad, con trenes que alcancen los 220 kilómetros por hora y circulen por la línea que se está construyendo para el AVE. Renfe pretende consolidar el empleo del servicio por los actuales usuarios de la línea Barcelona-Girona y potenciar de una nueva línea en la zona sur, entre Barcelona y el área de Tarragona y Reus.