Buen fin de año
LUIS ÁNGEL HIERROFinalizado el año 1999, las cifras publicadas por el Inem sobre desempleados registrados a 31 de diciembre han traído un magnifico regalo de Reyes para Andalucía. En diciembre bajó el paro en más de 11.600 personas, una reducción sensiblemente superior a la nacional que apenas computó los 10.000 parados menos. Además, dicha reducción afectó a todas las provincias andaluzas, sin excepción, siendo muy importante las reducciones del paro en Jaén y Almería, que, a pesar de ser las provincias con menor paro, han seguido creando empleo por el empuje en la agricultura. De hecho, sólo...
LUIS ÁNGEL HIERROFinalizado el año 1999, las cifras publicadas por el Inem sobre desempleados registrados a 31 de diciembre han traído un magnifico regalo de Reyes para Andalucía. En diciembre bajó el paro en más de 11.600 personas, una reducción sensiblemente superior a la nacional que apenas computó los 10.000 parados menos. Además, dicha reducción afectó a todas las provincias andaluzas, sin excepción, siendo muy importante las reducciones del paro en Jaén y Almería, que, a pesar de ser las provincias con menor paro, han seguido creando empleo por el empuje en la agricultura. De hecho, sólo los datos de sectores incluyen alguna nube en este despejado panorama. En concreto los de la industria y la construcción, donde el paro ha aumentado en diciembre.
Considerando todo el año, los datos siguen siendo muy favorables para el empleo en Andalucía. Otro año más el paro registrado ha vuelto a disminuir casi un 10%, unos 36.000 parados menos y el 21% del total de la reducción del paro a nivel nacional, lo que confirma el buen estado de nuestra economía en términos absolutos y relativos. Además, el diferencial de desempleo con respecto al nacional se sitúa en 2,76 puntos, una muy buena cifra que hace presumir que en el próximo verano podríamos llegar a un diferencial récord, si no se tuerce la marcha actual. Todo ello, aderezado con el hecho de que más del 35% de la reducción de parados se ha producido entre los menores de 25 años, y ello a pesar de la importante incorporación de nueva mano de obra a la población activa producida durante los últimos años. En definitiva los andaluces terminamos 1999 con el mismo buen sabor de boca que 1998 y con esperanzas de que el proceso de creación de empleo continúe en el año 2000.