Un choque frontal de trenes causa 7 muertos, 20 heridos y 30 desaparecidos en Noruega
Siete muertos, 20 heridos y 30 personas desaparecidas era ayer la cifra nefasta de un choque frontal de trenes en Noruega. En las horas inmediatas a la catástrofe, la incertidumbre sobre la suerte de esos desaparecidos, atrapados entre los amasijos de vagones en llamas, seguía tiñendo de dolor este país nórdico. Un jefe policial descartaba anoche que se pudieran hallar más supervivientes. El choque se produjo en la estación de Asta, cerca de Elverum, a unos 150 kilómetros al norte de Oslo. Si se confirma la muerte de los desaparecidos, será el peor accidente de trenes de Noruega.
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Siete muertos, 20 heridos y 30 personas desaparecidas era ayer la cifra nefasta de un choque frontal de trenes en Noruega. En las horas inmediatas a la catástrofe, la incertidumbre sobre la suerte de esos desaparecidos, atrapados entre los amasijos de vagones en llamas, seguía tiñendo de dolor este país nórdico. Un jefe policial descartaba anoche que se pudieran hallar más supervivientes. El choque se produjo en la estación de Asta, cerca de Elverum, a unos 150 kilómetros al norte de Oslo. Si se confirma la muerte de los desaparecidos, será el peor accidente de trenes de Noruega.
El accidente ocurrió entre dos trenes de pasajeros, que en total llevaban 96 viajeros y 4 empleados ferroviarios, poco después del mediodía de ayer. Todas las presunciones apuntaban anoche a que el número de víctimas fatales podría superar holgadamente las cifras preliminares, ya que se cree que algunos pasajeros pueden haber perecido entre las llamas que se originaron en algunos vagones y otros haber quedado atrapados entre los hierros.Uno de los trenes era el expreso que hace regularmente el recorrido entre la ciudad de Trondheim y Oslo, que se dirigía hacia la capital. Se presume que en él viajaban muchos estudiantes que regresaban de sus casas tras las fiestas de Navidad y Año Nuevo. El otro era un tren, también de pasajeros, de recorrido local. La colisión fue de gran violencia por la alta velocidad que tienen los trenes de larga distancia, en este caso el procedente de Trondheim. Varios vagones saltaron de las vías al producirse el impacto y se incendiaron. Entonces se produjeron escenas de pánico entre los heridos que habían quedado atrapados entre los hierros y a merced de las llamas.
Varios helicópteros y todas las ambulancias de las zonas adyacentes se dirigieron al lugar de la catástrofe, que a las cinco de la tarde estaba relativamente bajo control, aunque seguía existiendo imprecisión en torno a la suerte de los desaparecidos.
Veinte heridos fueron trasladados al hospital de Elverum mientras otros eran atendidos de urgencia en el lugar del siniestro. Equipos de cirujanos han sido enviados al lugar en previsión de tener que efectuar alguna amputación para librar a las víctimas que hubieran quedado atrapadas entre las chapas de los vagones.
Ove Osgjelten, jefe del distrito de policía de Elverum, que dirigió la operación de salvamento, declaró, pasadas las siete de la tarde, que se había descartado la posibilidad de que hubiera más sobrevivientes, lo que, de confirmarse, elevaría considerablemente el número de víctimas fatales. La policía solicitó a los supervivientes que habían podido abandonar los vagones por su propios medios, indemnes o con heridas leves, que no abandonaran el lugar para poder evaluar con mayor certeza la catástrofe.
Las operaciones de salvamento se vieron dificultadas por la gran cantidad de nieve y la relativa soledad del lugar donde ocurrió el choque. Sobre un fondo de bosques y gran cantidad de nieve, los vagones seguían ardiendo varias horas después de ocurrido el accidente, cuyas verdaderas causas todavía no se conocían anoche.