Rusia acepta "por razones humanitarias" volver a enviar huérfanos a España

Moscú desbloquea los programas de acogida con estancias inferiores a 40 días

Las autoridades rusas seguirán intentando recuperar a los nueve huérfanos de entre 9 y 13 años de edad que permanecen ilegalmente en Asturias, pese a la caducidad de sus visados y de los permisos de sus orfanatos de origen. Sin embargo, para que no paguen justos por pecadores, y atendiendo a "razones humanitarias", han decidido volver a autorizar programas de acogida temporal en España para estancias de menos de 40 días. Siguen bloqueados los de mayor duración, por ejemplo, para cursar estudios. De manera inmediata, se han desbloqueado ya algunos de los programas gestionados por cinco comunida...

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Las autoridades rusas seguirán intentando recuperar a los nueve huérfanos de entre 9 y 13 años de edad que permanecen ilegalmente en Asturias, pese a la caducidad de sus visados y de los permisos de sus orfanatos de origen. Sin embargo, para que no paguen justos por pecadores, y atendiendo a "razones humanitarias", han decidido volver a autorizar programas de acogida temporal en España para estancias de menos de 40 días. Siguen bloqueados los de mayor duración, por ejemplo, para cursar estudios. De manera inmediata, se han desbloqueado ya algunos de los programas gestionados por cinco comunidades autónomas y que afectan a unos 160 niños.

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El pasado 3 de diciembre, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso envió una comunicación al consulado general en Moscú en la que se aseguraba que, a petición del Ministerio de Educación, se había decidido suspender los permisos para que niños internados en los orfanatos de todo el país pudieran viajar a España de vacaciones o para estudiar. El texto sostenía que esta actitud se mantendría hasta que fuesen devueltos los nueve niños "retenidos ilegalmente" en Asturias, y se aclaraba que se trataba de una medida temporal y excepcional.El Gobierno español reconoció que Rusia tiene toda la razón en este caso (el propio ministro de Exteriores, Abel Matutes reconoció que la negativa de las familias españolas a dejar marchar a los niños rusos perjudicaba a otros 2.000 niños"), y el consulado se vio obligado a paralizar los expedientes en marcha.

Mientras, desde Asturias, las familias de acogida seguían en sus trece y se negaban a devolver a los niños mientras éstos no lo pidiesen expresamente. No es muy probable que eso ocurra, teniendo en cuenta su aparente adaptación a su nueva vida (ya llevan más de dos años en España) y las condiciones en que se encuentran la mayoría de los orfanatos rusos.

Puede que este embrollo sólo pueda resolverse tras una larga batalla legal que, cuando menos, impedirá el rápido regreso de los niños, pero las autoridades rusas han decidido no radicalizar el conflicto y no poner en peligro un programa que permite que unos 2.500 niños de sus orfanatos viajen cada año a España.

Hace unos días, el Ministerio de Educación ruso comunicaba al consulado en Moscú el cambio de actitud, que se justificaba en "razones humanitarias". En el texto se afirmaba que la autorización se limitaría a programas de menos de 40 días, pero no a los de mayor duración, como el de los niños de Asturias, que ya han cursado allí dos años escolares.

El pasado martes, el embajador español, José Luis Crespo de Lara, y el cónsul general, Melitón Cardona, solicitaron confirmación de este cambio de actitud en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Una vez obtenida, se han empezado a cursar los visados que se encontraban "en cuarentena" de niños incluidos en diversos programas de las comunidades de Castilla-La Mancha, Andalucía, Cantabria, Canarias y la propia Asturias. Si no surge ningún nuevo obstáculo, podrán pasar las Navidades en España.

Se trata de unos 160 rusos, a los que hay que sumar unos 350 bielorrusos. Muchos de éstos últimos presentan problemas derivados de la catástrofe nuclear de Chernóbil, ocurrida en abril de 1986 en territorio de Ucrania, pero muy cerca de la frontera con Bielorrusia, por lo que afectó también muy gravemente a esta república, entonces soviética y hoy independiente.

El ministerio ruso de Educación tiene previsto regular próximamente, junto a otros departamentos con competencias en el tema, el mecanismo de acogida temporal de niños en España, en sus diversas modalidades. Se trata de evitar que se repitan situaciones como la creada en Asturias, con el incumplimiento de las condiciones pactadas. Inicialmente, se concedieron visados de vacaciones, y luego de estudios, que se renovaron pasado un año, pero no tras el segundo, ya que los directores de los dos orfanatos afectados, que tienen la custodia legal de los niños, exigieron el retorno de éstos.

Solución amistosa

Fuentes diplomáticas afirman que las autoridades rusas quieren llegar a una solución amistosa del problema planteado con los nueve rebeldes de Asturias. Incluso han dado a entender que estarían dispuestas a agilizar los trámites de adopción en el caso de que así lo solicitasen las familias de acogida. Para ello, sin embargo, es necesario, según la ley rusa, que los menores regresen a su país.

En los últimos años, el número de adopciones en Rusia por parte de parejas españolas se ha disparado. En 1999 se superarán los 400 casos, más del doble que en 1998 y, dada la tendencia existente, probablemente menos de la mitad que en el 2000. Diversos padres adoptivos sostienen que el proceso resulta en Rusia más corto y con más garantías jurídicas que, por ejemplo, en América Latina, y que sólo en China se puede contar con que resulte más barato.

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