Sevilla aspira a capitalizar un proyecto de cooperación entre África y Europa
El Ayuntamiento de Sevilla presentará ante la Comisión Europea, en colaboración con las ciudades de Lisboa (Portugal) y Casablanca (Marruecos), un proyecto de colaboración transfronterizo entre las tres ciudades. El objetivo inicial es conseguir financiación a través de la iniciativa comunitaria Interreg para mejorar comunicaciones, como la Ruta de la Plata, y desarrollar los programas Urban. A largo plazo, la intención del área de Economía y Empleo es más ambiciosa: crear un eje euroatlántico africano capaz de captar financiación de la Comisión para proyectos de desarrollo local.
Emili...
El Ayuntamiento de Sevilla presentará ante la Comisión Europea, en colaboración con las ciudades de Lisboa (Portugal) y Casablanca (Marruecos), un proyecto de colaboración transfronterizo entre las tres ciudades. El objetivo inicial es conseguir financiación a través de la iniciativa comunitaria Interreg para mejorar comunicaciones, como la Ruta de la Plata, y desarrollar los programas Urban. A largo plazo, la intención del área de Economía y Empleo es más ambiciosa: crear un eje euroatlántico africano capaz de captar financiación de la Comisión para proyectos de desarrollo local.
Emilio Carrillo presentará en el marco de la reunión de estudios regionales, que finaliza hoy en Sevilla, su proyecto de cooperación trasnacional del arco atlántico euroafricano. Al margen de lo local, el plan persigue "recuperar un sitio para los cinco países atlánticos de la Unión Europea" y ampliar la colaboración con el África atlántica, lo que permitiría beneficiarse de ayudas comunitarias a países situados al Sur de la cornisa magrebí, que son también origen de flujos migratorios hacia Europa.El eje euroatlántico se estructuraría, de Norte a Sur, en torno a las ciudades de Dublín (Irlanda), Burdeos (Francia), Lisboa (Portugal), Sevilla, Casablanca (Marruecos), Las Palmas de Gran Canaria, Nouakchott (Mauritania), Dakar (Senegal) y Conakry (Guinea). Entre sus ventajas, el documento de Carrillo destaca que representa "una alternativa de integración y cooperación complementaria al sistema de ciudades del arco mediterráneo".
El desarrollo de este proyecto se enmarcaría, según el documento redactado por el área de Economía, dentro de la iniciativa comunitaria Interreg, que se dirige a la cooperación transfronteriza, aunque la Comisión se está planteando la supresión del espacio atlántico como una de las zonas destinatarias de sus fondos. De los 812.000 millones de pesetas que manejará esta iniciativa entre el 2.000 y el 2.006, España percibirá unos 150.000 millones de pesetas.
Emilio Carrillo prevé presentar ante la Comisión Europea antes del próximo mes de agosto el embrión del proyecto de cooperación euroatlántico africano. Este documento, que será consensuado con Lisboa y Casablanca, sería una avanzadilla y contemplaría, inicialmente, dos propuestas. Una, relativa al desarrollo de los programas Urban -dirigidos a la recuperación de zonas urbanas degradadas- en la ciudades portuguesa y marroquí, aprovechando para ello la experiencia de la ejecución del programa en el barrio sevillano de San Luis-Alameda. El segundo frente afectaría a las infraestructuras y comunicaciones entre las tres ciudades. La mejora de la conexión entre Lisboa y Sevilla permitiría actuar sobre la Ruta de la Plata, una de las grandes demandas de poblaciones andaluzas y extremeñas y relegada por las inversiones públicas nacionales, "más atentas siempre a las necesidades del espacio mediterráneo", según Carrillo.
Además, se plantearía el incremento de las conexiones con Casablanca. El proyecto de cooperación denuncia "la orfandad de proyectos concretos" en el Estrecho de Gibraltar a pesar de su carácter "estratégico para las comunicaciones euroafricanas". "Su permanente postergación pone en evidencia el hueco de tantas declaraciones sobre la cooperación con el Norte de África", continúa el documento.
El delegado de Economía y Empleo puntualiza, sin embargo, que estos proyectos serían "una excusa" para defender ante Bruselas la necesidad de atender la vertiente atlántica de Europa y África. Su propuesta contempla incorporar progresivamente las seis ciudades restantes hasta conformar un eje de cooperación transnacional, que complemente el que ya existe en la zona mediterránea.