Srebrenica
Más de cuatro años después, la ONU ha admitido su responsabilidad por la matanza de Srebrenica, enclave bosnio bajo protección de la ONU en el que fueron asesinados más de 8.000 musulmanes bosnios por los radicales serbios sin que la comunidad internacional hiciera nada por evitarlo.No se trata del único episodio de limpieza étnica de este tipo realizado en territorio bosnio en nombre de la Gran Serbia. Muchos similares acontecieron desde 1992, sobre todo durante los primeros meses de la agresión. Pero Srebrenica sí representa el episodio más bochornoso para la ONU y la comunidad internacional...
Más de cuatro años después, la ONU ha admitido su responsabilidad por la matanza de Srebrenica, enclave bosnio bajo protección de la ONU en el que fueron asesinados más de 8.000 musulmanes bosnios por los radicales serbios sin que la comunidad internacional hiciera nada por evitarlo.No se trata del único episodio de limpieza étnica de este tipo realizado en territorio bosnio en nombre de la Gran Serbia. Muchos similares acontecieron desde 1992, sobre todo durante los primeros meses de la agresión. Pero Srebrenica sí representa el episodio más bochornoso para la ONU y la comunidad internacional, pues a la indolencia se unió el escarnio y la mentira.
Para quienes deseamos un nuevo ordenamiento mundial comprometido con el respeto de los derechos humanos liderado por la ONU, este reconocimiento de culpabilidad resultaba imprescindible. Deberían tomar nota todos aquellos advenedizos para quienes episodios como éste pasaron desapercibidos o no merecieron su movilización, y que únicamente abandonaron su pasividad cuando la OTAN intervino en Kosovo, para ventilar sus prejuicios y su ignorancia.
A la ONU corresponde ahora pedir disculpas a tantos bosnios abandonados a su suerte y comprometerse en la detención y enjuiciamiento de los ejecutores e instigadores de aquellas atrocidades. A las mujeres de Srebrenica no les podemos devolver a sus hijos y sus maridos. Pero, reconociendo la verdad y reivindicando la justicia, al menos les permitiremos descansar en paz.- . .