FÚTBOL 14ª jornada de Liga

El Deportivo se agarra a su pegada

Los gallegos sostienen el liderato tras golear en un cuarto de hora y sufrir luego la embestida del Rayo

Tiene el Deportivo una contundencia formidable, una extraordinaria capacidad para convertir en gol cualquier cosa que caiga en el área. Por eso, en cuanto encuentra la inspiración, se muestra como una máquina despiadada, capaz de tumbar al rival en un parpadeo. Sobre esas bases está construyendo una temporada magnífica y se ha consolidado como un líder sólido, un equipo que, desde luego, no parece flor de un día. Pero también hay algo desconcertante en este Deportivo: siempre acaba dejando el trabajo a medias. Cuando más espectacular se muestra, baja la guardia, se ausenta del partido y deja q...

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Tiene el Deportivo una contundencia formidable, una extraordinaria capacidad para convertir en gol cualquier cosa que caiga en el área. Por eso, en cuanto encuentra la inspiración, se muestra como una máquina despiadada, capaz de tumbar al rival en un parpadeo. Sobre esas bases está construyendo una temporada magnífica y se ha consolidado como un líder sólido, un equipo que, desde luego, no parece flor de un día. Pero también hay algo desconcertante en este Deportivo: siempre acaba dejando el trabajo a medias. Cuando más espectacular se muestra, baja la guardia, se ausenta del partido y deja que el rival se recupere. Ayer, como tantas veces en las últimas semanas, pareció resolver la papeleta en un fulgurante primer cuarto de hora que le deparó tres goles. A partir de ahí, el Deportivo desaprovechó un sinfín de ocasiones y, cuando se creyó vencedor, perdió la atención y dejó que el Rayo regresase el partido. Los madrileños aceptaron la invitación y Riazor vivió la segunda parte con el corazón encogido.El Deportivo es como un cazador infalible que en cuanto asoma una pieza, raramente la deja escapar viva. Al equipo gallego le sale el gol por todas las esquinas y esa avasalladora pegada no se concentra, como suele ser habitual en un par de rematadores, sino en media docena de futbolistas. La extensa panoplia con que cuenta el ataque del Deportivo resulta terrible para los rivales, que no pueden limitarse a atar a algún jugador determinado, porque el gol puede llegar por cualquier parte.

DEPORTIVO 3

RAYO 2Deportivo: Songo"o; Manuel Pablo, Donato, Naybet, Romero; Víctor, Flavio, Mauro Silva (Jaime, m.61); Makaay, Pauleta (Fran, m.54) y Turu Flores (Fernando, m.82). Rayo Vallecano: Keller; Estíbariz, Cota, Gilmar (Helder m.46), Clotet, Alcázar; Ferrón (Canabal m.81), Pablo Sanz (Míchel II m.46), Llorens; Luis Cembranos; y Bolo. Goles: 1-0. M. 6. Pase de Donato al interior del área, Keller se queda a media salida y Makaay remata de cabeza hacia atrás. 2-0. M. 7. Internada de Víctor por la derecha, que centra para que remate Pauleta en la boca de gol; Keller rechaza, pero el balón le cae a Turu Flores, que sólo tiene que empujar. 3-0. M. 14. Pase cruzado de Turu Flores al interior del área que remata Pauleta. 3-1. M. 43. Pelotazo hacia al área, alocada salida de Songo"o y Bolo marca a puerta vacía. 3-2. M. 49. Helder captura un rebote de la defensa local y, desde fuera del área, conecta una volea a la que no llega Songo"o. Árbitro: Pérez Lasa. Amonestó a Víctor, Ferrón, Bolo y Alcázar. Unos 25.000 espectadores en Riazor.

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Ayer, ni siquiera importó que faltara Djalminha, el futbolista más inspirado de las últimas semanas. Irureta dispuso un equipo ofensivo, con tres hombres en punta -Turu Flores, teórico interior izquierdo, acabó acompañando a Pauleta y Makaay- y el Rayo quedó avasallado en un cuarto de hora por la imbatible apisonadora gallega. Flavio y Mauro Silva manejaron el equipo con destreza, Víctor se lució por la derecha y la delantera acreditó su puntería. A la prematura goleada contribuyó la insolvencia de la defensa del Rayo, demasiado debilitada por las bajas.

Durante la primera media hora, cada acometida del Deportivo sobre el área rival descomponía la frágil zaga visitante y se convertía en un anuncio de gol. Pero los blanquiazules no terminaron de ultimar al adversario y éste, aunque sometido a toda clase de incertidumbres por sus errores defensivos, se revolvió y trató de no sucumbir a las hostiles circunstancias. Incluso en los peores momentos, cuando más cercana parecía la posibilidad de una goleada de escándalo, el Rayo no perdió su entusiasmo. Como vivir en el área resultaba demasiado peligroso, el conjunto de Juande Ramos trató de estirarse sin buscar el recurso fácil del pelotazo. De medio campo hacia arriba, el Rayo combinó con bastante propiedad, sobre todo siempre que anduvo de por medio Luis Cembranos, exquisito e inteligente.

El Deportivo se apiadó del esfuerzo de su adversario y lo agasajó poco antes del descanso. Songo"o, un portero espectacular en sus aciertos y en sus fallos, hizo una salida atolondrada ante un pelotazo cruzado sobre el área y se tragó el balón, que quedó a pies de Bolo con la portería vacía. Ramos se animó, hizo dos cambios en el descanso y prescindió de un defensa. Y uno de los recién llegados, Helder, capturó un potente remate al borde del área que redujo al mínimo la ventaja coruñesa.

A partir de ese momento, el partido se desbocó y fue un constante ida y vuelta entre una y otra área, pese al intento de Irureta de reforzar el centro del campo con Fran y Jaime. El choque se rompió, con un Rayo cada vez más osado, que desperdició al menos tres claras ocasiones. El Deportivo parecía confiado en su contragolpe pero Makaay no estuvo tan certero como en la primera parte. Además, el estadounidense Keller estuvo fino en la portería del Rayo y sacó dos remates envenenados al delantero holandés del Deportivo.

Y al final, todo el mundo sufrió para que el liderato se quedase en A Coruña. Hazaña que empieza a ser tomada en serio.

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