El consejero de Agricultura critica la reducción de las ayudas que prevé el nuevo Plan Nacional de Regadíos

Paulino Plata, consejero de Agricultura y Pesca de la Junta, considera el regadío como el "motor" de la economía rural andaluza. Por eso ha criticado vivamente los recortes de las ayudas en el nuevo Plan Nacional estudiado por el Gobierno el viernes y enviado al Consejo Nacional del Agua. La concentración de la industria agroalimentaria y de la población rural en torno a las grandes zonas de regadío justifican, en su opinión, un mayor esfuerzo que el previsto en este plan, al que además censura porque no ha sido consensuado con las comunidades autónomas.

En Andalucía, el regadío supone ...

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Paulino Plata, consejero de Agricultura y Pesca de la Junta, considera el regadío como el "motor" de la economía rural andaluza. Por eso ha criticado vivamente los recortes de las ayudas en el nuevo Plan Nacional estudiado por el Gobierno el viernes y enviado al Consejo Nacional del Agua. La concentración de la industria agroalimentaria y de la población rural en torno a las grandes zonas de regadío justifican, en su opinión, un mayor esfuerzo que el previsto en este plan, al que además censura porque no ha sido consensuado con las comunidades autónomas.

En Andalucía, el regadío supone sólo un 19% de la superficie cultivada, pero aporta más de la mitad de la facturación total y del empleo. El consejero también ha lamentado que la nueva ley de Aguas abra la puerta a la compraventa de concesiones y permita que surjan los "aguatenientes".Plata presentó esta semana en Málaga el Inventario y caracterización de los regadíos en Andalucía, un estudio del impacto sobre el territorio y la economía de la región del Plan Andaluz de Regadíos puesto en marcha hace tres años. Los regadíos suponen 816.000 hectáreas, un 19% de la superficie cultivada en Andalucía, aportan un 53% a la producción final agraria, generan el 55% del empleo y reciben un 40% del total de las ayudas directas a los agricultores.

Las tres grandes zonas de regadío en la región son los invernaderos de Almería, el olivar de Jaén y las fresas y cítricos de la costa de Huelva. El consejero subrayó que "los regadíos son un elemento clave para la cohesión territorial y social". En el estudio se recoge que en muchas zonas de Andalucía el regadío ha representado la base para la instalación de industrias agroalimentarias y un factor de atracción de población. Plata dijo que "en el poniente de Almería, cada nueva hectárea de regadío ha supuesto un aumento de la población superior a cuatro habitantes".

61.000 hectáreas más

El actual Plan Andaluz termina en el 2005 y tiene entre sus principales ambiciones la transformación en regadío de 61.000 nuevas hectáreas en el valle medio y bajo del Guadalquivir y en el litoral, para producciones hortofrutícolas y olivar. Esta operación supone una inversión de 52.000 millones de pesetas. También se contemplan programas de modernización para 260.000 hectáreas, mediante la inversión de 113.00 millones de pesetas. Las 2.200 comunidades de regantes llevarán a cabo las obras de mejora de las redes de distribución, para lograr un notable ahorro de agua. El Plan Litoral pretende la reutilización de una parte importante de las aguas residuales en la franja costera, para la hortofruticultura intensiva y consolidar 48.250 hectáreas de regadíos. Un tercio de la población andaluza vierte ahora sus aguas residuales directamente al mar, pero las directivas comunitarias obligan a depurar las aguas residuales de las poblaciones de más de 10.000 habitantes antes del 2005.

La Consejería de Agricultura y Pesca ha hecho una comparación entre el nuevo Plan Nacional de Regadíos (PNR) Horizonte 2008 y el anterior de 1996, que terminaba en el 2005. La Junta critica la reducción un 22% de la inversión pública en regadíos y que la cofinanciación de las administraciones para la modernización pase del 70% al 50%. Pero hay otras deficiencias en el PNR para el Gobierno andaluz: "No contempla nuevos regadíos en zonas de interés social, como Baza-Huéscar, con problemas de despoblamiento y bajas rentas. Sólo tiene en cuenta 2.000 hectáreas del Plan Litoral, frente a las 48.000 previstas. No prevé nuevos regadíos en zonas con suficiente potencial hidrológico, como el litoral onubense, con cultivos rentables y pujantes. Y establece ampliaciones insuficientes en zonas emblemáticas de riego, como la Genil-Cabra, en la que en vez de 6.500 hectáreas se contemplan 2.300 nuevas".

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El consejero también criticó en Málaga que la nueva Ley de Aguas, consensuada por el PP y CiU en el Parlamento, "abre la puerta por primera vez en Europa a la compraventa de derechos entre particulares". Plata subrayó que se trata de otorgamientos públicos "en los que se da prioridad al interés privado sobre el público, y no queremos que surja, como en Canarias, el aguateniente".

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