La policía investiga una red de narcotráfico dentro del Senado de Brasil

Justo cuando la comisión del Parlamento de Brasil dedicada a combatir legalmente el narcotráfico sostiene una lucha sin cuartel contra una importante red del crimen organizado, llamada el sindicato del crimen -que posee conexiones en medio país y que alcanza al mismo Estado-, se supo que la policía sigue desde hace cinco meses la pista de una presunta red de distribución de cocaína, que funciona en Brasilia, dentro mismo del Senado de la República.

La noticia, dada a conocer el domingo por un semanal de información, llegó enseguida hasta La Habana, donde el presidente de Brasil, Fernand...

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Justo cuando la comisión del Parlamento de Brasil dedicada a combatir legalmente el narcotráfico sostiene una lucha sin cuartel contra una importante red del crimen organizado, llamada el sindicato del crimen -que posee conexiones en medio país y que alcanza al mismo Estado-, se supo que la policía sigue desde hace cinco meses la pista de una presunta red de distribución de cocaína, que funciona en Brasilia, dentro mismo del Senado de la República.

La noticia, dada a conocer el domingo por un semanal de información, llegó enseguida hasta La Habana, donde el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, asiste a la cumbre iberoamericana. Cardoso se mostró preocupado por el contenido de la denuncia: "Si eso está ocurriendo dentro del mismo Senado es gravísimo y tiene que ser perseguido", aseguró el presidente, aunque afirmó que este asunto no compete al Gobierno, sino al Legislativo.El presunto tráfico de drogas dentro de la Cámara alta salpica a chóferes de varios senadores, funcionarios y empleados del Senado. La policía ha detectado que ocho de esos conductores se sirven del pase oficial para entrar impunemente y sin ser registrados dentro del edificio. Dos de las personas identificadas son los conductores de los senadores Romero Jucá y Gerson Camata.

Según las informaciones publicadas por la prensa, la policía logró descubrir esa red de tráfico de cocaína dentro del Senado gracias a las denuncias de Sônia Maria Noronha Teixeira, ex funcionaria de la Asociación de los Servidores del Senado y antigua esposa de un chófer. Ella acusó a su ex marido de pertenecer a un grupo que abastecía al Senado de drogas utilizando un garaje del edificio.

Según la policía, el gramo de coca dentro del Senado se vendía tres veces más caro que en la calle por el riesgo que suponía para la banda llegar hasta el interior. A funcionarios y senadores les compensaba pagar más y evitar el peligro de comprar en la calle.

Hace unas semanas, la policía detuvo a Alexandre Hilario, un chófer que se servía de su pase oficial para introducir droga. Fue capturado con 230 gramos de cocaína escondida en el maletero y que iba a ser vendida dentro del Senado.

El director de Seguridad del Senado, Alberto Viana, trató de restar importancia al caso, al asegurar que estas denuncias son infundadas, pues proceden de "ex mujeres insatisfechas con su matrimonio". Todo hace pensar que el presidente del Senado, Antonio Carlos Magalhães, una de las personalidades de la derecha con más prestigio en el país, tomará cartas en el asunto y abrirá una investigación. Cardoso, desde La Habana, reiteró que su Gobierno no va a esquivar sus responsabilidades "en las consecuencias sociales del narcotráfico".

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