Tribuna:

La lengua

JOSÉ MANUEL ALONSO

"El problema de la lengua vasca no nos incumbe sólo a los que tratamos de dignificarla. La convivencia de nuestros idiomas es problema de todos los ciudadanos, y los vascoparlantes, al menos, ofrecemos el conocimiento de los dos idiomas a dicha convivencia". Son palabras de Anjel Lertxundi pronunciadas el lunes en un debate con su colega Bernardo Atxaga sobre celebrado en el Kursaal, dentro del foro organizado por las fundaciones Aurten Bai y Talaipe. El objetivo es plantear una reflexión sobre la sociedad vasca y el euskera de forma honesta y plural. Para ello se ...

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JOSÉ MANUEL ALONSO

"El problema de la lengua vasca no nos incumbe sólo a los que tratamos de dignificarla. La convivencia de nuestros idiomas es problema de todos los ciudadanos, y los vascoparlantes, al menos, ofrecemos el conocimiento de los dos idiomas a dicha convivencia". Son palabras de Anjel Lertxundi pronunciadas el lunes en un debate con su colega Bernardo Atxaga sobre celebrado en el Kursaal, dentro del foro organizado por las fundaciones Aurten Bai y Talaipe. El objetivo es plantear una reflexión sobre la sociedad vasca y el euskera de forma honesta y plural. Para ello se reclama la participación (principalmente de los que no saben o escriben en euskera) a través de unas charlas, la edición de un libro y una página web (http://berba.canal21.com) en la que aparecen ya dos artículos de Koldo Izagirre y Boutin-Boutin y comentarios a los textos y a la idea global.

En el debate del Kursaal se llegó a una conclusión compartida por los dos escritores: que el futuro del euskera dependerá de lo que todos decidamos; y su salvación, del uso que la sociedad haga de él. Como dijo Atxaga, "una lengua, al contrario que el jabón, no se gasta por su uso, sino que se enriquece; y la única forma de hacer algo por el euskera es hablándolo y escribiéndolo, es decir, usándolo". Y usándolo de forma "integrada", como recordó Lertxundi citando a Koldo Mitxelena. Lertxundi lanzó dos advertencias: que "muchos de aquellos que siempre se han expresado en euskera y estaban considerados como modelos a seguir, están emigrando de la plaza del vasco"; y que, "a pesar de que nuestros hijos han cursado sus estudios en lengua vasca, algunos han dado la espalda al vasco". Y lanzó un dardo: "Hay comisarios lingüísticos que hacen mucho daño al idioma".

Atxaga, siempre dado a clarificar los temas de forma arbolada, dijo que, respecto al euskera, hay cuatro clases de vascos: los patéticos, los simpáticos, los indiferentes y los apáticos. "Patéticos, los que, viviendo en euskera, están todo el día preocupados por el futuro de su lengua. Antipáticos, los que, teniendo derecho a estar contra el euskera, caen además en un clasismo que les lleva a insultar a los que lo hablan".

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