El Gobierno canario retira un juego que simula la silla eléctrica

La contundente reacción con que el Gobierno de Canarias y diversas organizaciones -entre ellas Aministía Internacional-Las Palmas y Nueva Izquierda Canaria (NIC)- respondieron a la iniciativa de un propietario de juegos recreativos de instalar una réplica de silla eléctrica en un centro comercial de la capital grancanaria ha provocado la retirada del macabro juego.Por 200 pesetas, la máquina simulaba los efectos de una ejecución, provocando en los menores y adolescentes una serie de calambres de baja tensión, y era, según declaraciones de las empleadas del centro recreativo, uno de los juegos ...

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La contundente reacción con que el Gobierno de Canarias y diversas organizaciones -entre ellas Aministía Internacional-Las Palmas y Nueva Izquierda Canaria (NIC)- respondieron a la iniciativa de un propietario de juegos recreativos de instalar una réplica de silla eléctrica en un centro comercial de la capital grancanaria ha provocado la retirada del macabro juego.Por 200 pesetas, la máquina simulaba los efectos de una ejecución, provocando en los menores y adolescentes una serie de calambres de baja tensión, y era, según declaraciones de las empleadas del centro recreativo, uno de los juegos que levantaban mayor expectación entre los menores.

Las críticas realizadas por los medios de comunicación provocaron una condena por parte de la sociedad grancanaria, sensibilizada por la corriente que aboga por la abolición de la pena de muerte. Instalada el pasado día 6 de octubre, la denuncia contra la máquina se produjo el mismo día que el Tribunal Supremo de Estados Unidos celebraba la vista sobre el recurso de réplica presentado por la defensa de José Joaquín Martínez, único español que se encuentra en el corredor de la muerte.

"Broma macabra"

Mientras el propietario de la polémica silla, Juan Padrón, de la empresa Jupama, SA, calificaba de "alarmistas" las críticas y sostenía que "la gente tiene derecho a saber qué se siente", Aministía Internacional, NIC y el propio Gobierno de Canarias rechazaban su instalación. Sólo cuando el director general de Juventud del Ejecutivo autónomo, Francisco Candil, anunció que tomaría medidas legales para exigir su retirada, y anunció una posible sanción de entre dos y veinte millones, accedió la empresa a retirar la máquina, calificada por Candil como "una atrocidad" y "broma macabra".Esta no ha sido, no obstante, la única silla eléctrica que se ha instalado en las islas. A principios de año, el mismo juego llegó a un centro comercial de la isla, corriendo la misma suerte que ésta, ya que también fue retirado por orden de la Administración. En este caso, sin embargo -y pese a las críticas realizadas desde el propio Gobierno- NIC ha solicitado la comparecencia del consejero de Presidencia ante el Parlamento regional, ya que, según sus propietarios, contaba con la pertinente autorización de este departamento, que gestiona la oferta de ocio en las Islas. El portavoz del Ejecutivo, Víctor Díaz, no obstante afirmó ayer que el propio Gobierno había presentado una denuncia.

Por su parte, tanto Francisco Candil como diversos psicólogos, han analizado los efectos de este tipo de juegos en los menores: "En una sociedad que fomenta la no violencia, que la critica cuando prolifera en la televisión o en el cine, no puede permitir la existencia de estas máquinas".

Por su parte, el propietario señaló que "en la televisión cualquiera puede ver violencia y nadie hace nada serio para evitarlo".

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