El Ejército ruso advierte de que los tratados con EE UU peligran

El teniente general ruso, Leónid Ivashov, asegura en una entrevista publicada ayer en el diario militar Krasnaya Zvezdar (Estrella Roja), que los planes de EEUU para desarollar un sofisticado sistema antimisiles (un remedo de la guerra de las galaxias de Ronald Reagan) desbaratan los fundamentos de tres décadas de acuerdos de control armamentístico.Ivashov reitera la posición del Ejércto de su país, que es de oposición a cualquier modificación en el acuerdo ABM (antimisiles balísticos), que data de 1972 y que Washington desea alterar para desarollar su nueva defensa por mísiles. Las observacio...

El teniente general ruso, Leónid Ivashov, asegura en una entrevista publicada ayer en el diario militar Krasnaya Zvezdar (Estrella Roja), que los planes de EEUU para desarollar un sofisticado sistema antimisiles (un remedo de la guerra de las galaxias de Ronald Reagan) desbaratan los fundamentos de tres décadas de acuerdos de control armamentístico.Ivashov reitera la posición del Ejércto de su país, que es de oposición a cualquier modificación en el acuerdo ABM (antimisiles balísticos), que data de 1972 y que Washington desea alterar para desarollar su nueva defensa por mísiles. Las observaciones del militar fueron publicadas en la víspera de la visita a Moscú del número dos del Departamento de Estado, Strobe Talbott, encargado de las negociaciones generales sobre el control (reducción) de armamentos nucleares.

El martes, la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, se declaró "desconcertada" tras tener conocimiento de las declaraciones de otro general ruso, en las que amenazaba con desplegar más cabezas nucleares si Estados Unidos mantiene sus planes de defensa.

El tratado ABM prohíbe expresamente todos los sistemas de misiles diseñados para eliminar los misiles entrantes. Ambas potencias acordaron en plena guerra fría que estos sistemas defensivos provocarían una carrera armamentística, pues tanto EEUU como Rusia incrementarían sus arsenales con el único fin de perforar el paraguas protector del adversario con el lanzamiento masivo de misiles. Otro factor es que un eficaz sistema antimisiles podría hacer pensar a una de las dos potencias en la posibilidad de ganar una guerra nuclear.

Estados Unidos desea ahora la modificación del tratado para poder desarollar una defensa limitada, capaz de dar protección al país y a sus aliados. Washington no teme tanto a Rusia o China, sino a los nuevos enemigos: Corea del Norte, Irak o Iran.