La Generalitat y Hines discuten quién debe pagar el metro de Diagonal Mar

La Generalitat de Cataluña y la promotora inmobiliaria Hines, responsable de la construcción del proyecto inmobiliario Diagonal Mar, discrepan sobre quién ha de pagar la nueva estación de metro que está previsto emplazar en esta nueva promoción urbana. El problema es que nadie quiere asumir la responsabilidad de pagar el coste que tiene la nueva estación, que se situaría en la línea 4, la amarilla, entre Selva de Mar y Besòs Mar. La estación no supone un nuevo trazado de vía y sólo requiere la inversión de 500 millones.

La empresa norteamericana Hines ha sido clara a través de su portav...

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La Generalitat de Cataluña y la promotora inmobiliaria Hines, responsable de la construcción del proyecto inmobiliario Diagonal Mar, discrepan sobre quién ha de pagar la nueva estación de metro que está previsto emplazar en esta nueva promoción urbana. El problema es que nadie quiere asumir la responsabilidad de pagar el coste que tiene la nueva estación, que se situaría en la línea 4, la amarilla, entre Selva de Mar y Besòs Mar. La estación no supone un nuevo trazado de vía y sólo requiere la inversión de 500 millones.

La empresa norteamericana Hines ha sido clara a través de su portavoz: "Sí, Diagonal Mar debería contar con una estación de metro y así consta en el proyecto urbano que hemos realizado, pero está claro que Hines no va a pagarlo". La empresa reconoce que las administraciones implicadas, la Generalitat y el Ayuntamiento, les propusieron que Hines asumiera la construcción de la nueva estación, que supondría la primera "estación de metro privada de Barcelona", tal como la definió un responsable municipal. Hines ha descartado pagar también la estación de metro puesto que ya asume los elevados costes de la urbanización de la zona y la construcción de un parque público en el centro del complejo comercial y de viviendas. El Departamento de Obras Públicas de la Generalitat ha declinado hacer declaraciones sobre el tema. Fuentes próximas al Ayuntamiento han explicado que la Generalitat está haciendo marcha atrás en el tema de la estación de metro, a la cual se iba a denominar Diagonal Mar. La responsabilidad de la nueva parada corresponde a la Generalitat, ya que mientras que Transportes Metropolitanos de Barcelona se encarga de la red ferroviaria y de los trenes, la Administración catalana es la propietaria de las estaciones. Ahora el futuro de la proyectada estación de metro resulta incierto. Fuentes conocedoras del sector del transporte público aseguran que todavía no es tarde, ya que estaba previsto que la estación estuviese operativa para la inauguración del Centro Comercial de Diagonal Mar, a finales del año 2000. El centro comercial, que estará bajo la bandera de Alcampo, será lo primero que esté acabado, según previsiones de la promotora. Técnicamente todavía hay tiempo para construir la estación de metro, pero no mucho. Más retrasos podrían derivar en que finalmente Diagonal Mar tuviese que contentarse con estar ubicada entre las paradas de Selva de Mar y Besòs Mar, pero sin contar con andén propio. Algunos técnicos de transporte consideran que la nueva parada no sería eficiente por excesiva cercanía a las otras dos, lo que supone que el tren no dispone de bastante espacio para optimizar el trayecto total de la línea. Además, curiosamente el futuro de esta nueva parada de la línea amarilla siempre ha estado muy vinculado al centro comercial. De hecho, las autoridades llegaron a ofrecer a Hines que construyese la estación de tal modo que llegase directamente a los bajos del nuevo Alcampo. Pero finalmente esta opción fue descartada por razones técnicas. La inversión de 500 millones que ha originado estas diferencias de criterio es insignificante si se tienen en cuenta las cifras totales en juego del proyecto, más de 100.000 millones de pesetas para levantar en diversas fases el centro comercial, varios hoteles, un palacio de congresos y 2.000 pisos, además de un parque y diversas zonas deportivas. Para Hines, y también para Habitat, que promueve la parte residencial, la presencia de la nueva estación de metro resulta de gran importancia económica.

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