La Comunidad sancionará con 25 millones a la estación que vendió gasóleo adulterado

El combustible, con una alta proporción de agua, averió medio centenar de coches.

La Dirección General de Consumo de la Comunidad de Madrid ultima un expediente contra una gasolinera ubicada en Torrejón de la Calzada que vendió gasóleo con aditivos ilegales. Medio centenar de coches que repostaron en ella sufrieron serias averías en el motor. La sanción, según fuentes oficiales, será de las mayores que ha impuesto este departamento (más de 25 millones). A tenor de los análisis oficiales, el gasóleo de dicha estación presentaba un alto contenido de agua. Un antiguo proveedor de esa gasolinera es investigado por la policía por igual fraude.

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La Dirección General de Consumo de la Comunidad de Madrid ultima un expediente contra una gasolinera ubicada en Torrejón de la Calzada que vendió gasóleo con aditivos ilegales. Medio centenar de coches que repostaron en ella sufrieron serias averías en el motor. La sanción, según fuentes oficiales, será de las mayores que ha impuesto este departamento (más de 25 millones). A tenor de los análisis oficiales, el gasóleo de dicha estación presentaba un alto contenido de agua. Un antiguo proveedor de esa gasolinera es investigado por la policía por igual fraude.

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La Dirección General de Consumo realizó el pasado año análisis de todos los combustibles que se vendían en 13 gasolineras de la Comunidad de Madrid. Ninguno descubrió anomalías. Hata finales de julio pasado se tomaron muestras en otras 11 estaciones de servicio; ocho arrojaron resultados correctos, y en dos aún es una incógnita, pues los análisis no han finalizado. Pero la undécima gasolinera cosechó un sonoro positivo en los laboratorios de Consumo. Medio centenar de coches diésel también probaron la calidad de su gasóleo. En su caso, el resultado empírico fue la rotura del sistema de inyección. Una seria y costosa avería. Esto sucedió en febrero pasado. Ahora, los análisis de Consumo han evidenciado que tal gasóleo contenía un alto índice de agua. Juan Amador Donaire, abogado de varias decenas de afectados, explica que la adulteración del gasóleo les ha supuesto a los perjudicados unos desperfectos en el motor por valor de 200.000 pesetas a un millón. "Vamos a demandar a la empresa, porque nuestros clientes no sólo sufrieron costosas averías en sus coches, sino que tuvieron que abandonar su actividad profesional durante un tiempo. Por ello, exigiremos el pago de la reparación y el lucro cesante por tal forzada inactividad".

La firma implicada es Torrecal 95. Su representante, Mario Sáez Rodríguez, declaró entonces a funcionarios de Vigilancia Aduanera, competente en materia de fraude fiscal, que "durante el mes de noviembre varios de sus clientes habituales efectuaron quejas en relación a averías que habían tenido en sus vehículos, posiblemente por razón del combustible suministrado en la estación de servicio de la firma Torrecal", según consta en un escrito oficial. Según su relato ante tales inspectores, "dicha firma procedió, en presencia de los clientes, a efectuar un control con la pasta busca-aguas, dando resultado negativo. Ante el aumento de las quejas de los clientes, extrajeron muestras del gasóleo y lo enviaron al INTA (Instituto Nacional de Técnica Aerospacial); el resultado del análisis por este organismo es que el gasóleo cumple los requisitos de máximos y mínimos de las especificaciones, pero que aparece un componente ajeno al gasóleo que es un glicol (aditivo usado en barnices)".

El análisis del INTA, al que ha tenido acceso este diario, señalaba que se habían hallado restos en dicho gasóleo de un componente que podía ser un glicol, pero también apuntaba que podía ser agua. Y, en efecto, era agua, según los análisis de la Dirección General de Consumo. La presencia de agua no es anormal, aunque en este caso la elevada proporción hallada en los tanques sorprendió a los técnicos. Existen pocas dudas sobe el grado de adulteración del gasóleo. Otra cosa será determinar quién aguó el gasóleo, si el gasolinero o el proveedor, aspectos en los que no entrará Consumo. Simplemente, sancionará como falta grave o muy grave la venta de un gasóleo en tal estado. En sus competencias no figura, según un alto responsable, la investigación sobre el origen de tal adulteración. "Eso es tarea de la policía o de la justicia. Nosotros sólo sancionaremos el hecho de que el gasóleo estaba en mal estado al ser vendido". La multa será proporcional a la gravedad del hecho, y ya se manejan cifras superiores a los 25 millones de pesetas en Consumo. Mientras, el abogado de Torrecal 95, Luis Arteaga, niega toda intencionalidad delictiva de su cliente y del proveedor, y lo atribuye a algún error. Sáez, sin detallar la causa, sí explicó el origen de la mercancía a Vigilancia Aduanera. Y les detalló lo siguiente: "Quien les suministraba gasóleo en la época era la firma Transnort, y la persona con la que se ponían de acuerdo era Vicente Bueno. Que la firma Transnort les ha efectuado suministros durante los meses de junio a noviembre de 1998. Que, anteriormente, entre abril y junio de 1998, la firma proveedora de gasóleo era Bitrul. Cree recordar que en esta empresa contactaba también con Vicente Bueno. Que el motivo por el que cambió de suministrador de gasóleo a Bitrul y luego a Transnort fue que le ofrecían mejor precio. Que los suministros de estas firmas son cinco pesetas más baratos por litro que los grandes operadores".

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