Los camioneros brasileños finalizan la huelga tras cuatro días de protestas

El Gobierno de Brasil y el sindicato de camioneros alcanzaron ayer un acuerdo que puso fin a la huelga que durante cuatro días ha mantenido bloqueadas las carreteras. Los camioneros han arrancado al Gobierno el compromiso de aumentar el precio de los fletes, la disminución de los peajes y la suspensión de una subida de los precios de los combustibles. Anoche, el presidente de Brasil, Fernando Cardoso, y el de Argentina, Carlos Menem, tenían previsto reunirse para acabar la guerra comercial que enfrenta a los dos países.

El conflicto de los camioneros, que ayer provocó los primeros probl...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno de Brasil y el sindicato de camioneros alcanzaron ayer un acuerdo que puso fin a la huelga que durante cuatro días ha mantenido bloqueadas las carreteras. Los camioneros han arrancado al Gobierno el compromiso de aumentar el precio de los fletes, la disminución de los peajes y la suspensión de una subida de los precios de los combustibles. Anoche, el presidente de Brasil, Fernando Cardoso, y el de Argentina, Carlos Menem, tenían previsto reunirse para acabar la guerra comercial que enfrenta a los dos países.

El conflicto de los camioneros, que ayer provocó los primeros problemas de abastecimiento en las principales ciudades del país, obligó a Cardoso a convocar una reunión de urgencia con todos sus ministros y encontrar un vía de solución tras el fracaso de las negociaciones con el presidente del sindicato Unión Brasil Camionero, Nelio Botelho. El Gobierno había decidido que, si prosiguían las protestas, las Fuerzas Armadas actuarían contundentemente desde hoy. Ayer ya había realizado un fuerte despliegue en todos los puntos neurálgicos de la red viaria. Finalmente no ha sido necesario. Los camioneros han salido airosos con logros importantes: la subida de los fletes, la disminución de los peajes y la paralización del previsto aumento del precio de los combustibles. Para ello ha hecho falta una protesta que ha mantenido la mayoría de las carreteras del país bloqueadas sobre todo los últimos dos días. Las consecuencias ya se reflejaban en los principales núcleos urbanos. En Río de Janeiro, el 50% de las estaciones de servicio agotaron ayer sus reservas. Brasil vivió en 1985 y en 1987 otras huelgas de camioneros, pero la magnitud y duración de las mismas fue menor.

Guerra comercial

Cardoso se ha encontrado con este problema justo cuando tiene otro muy grave por el enfrentamiento comercial con su vecino Argentina. El presidente tenía previsto recibir anoche (a las 22.00 horas locales, a las tres de la madrugada, hora peninsular española) a Carlos Menem, que hacía escala en Brasilia a su vuelta de Estados Unidos. El presidente argentino aseguró, al confirmar la cita con Cardoso, que "no hay ninguna crisis" con Brasil y opinó que "es normal" que haya conflictos comerciales en Mercosur. Con el encuentro, ambos jefes de Estado intentarán acercar sus posiciones antes de sentarse a negociar definitivamente en la reunión extraordinaria que los dos países, más sus socios en Mercosur, Uruguay y Paraguay, celebrarán el próximo miércoles en Montevideo.

Argentina y Brasil se acusan mutuamente de "proteccionismo" en un conflicto comercial que involucra a siete importantes sectores industriales en momentos en que la economía de ambos países atraviesan por una recesión.

Junto a estos conflictos, Cardoso tuvo ayer una buena noticia. El Fondo Monetario Internacional aprobó la entrega de 2.000 millones de euros (332.000 millones de pesetas) a Brasil, el segundo tramo de unas ayudas de 38.500 millones de euros decidido en diciembre de 1998 y ratificado en enero pasado.

Archivado En