El PP acusa a los socialistas de "dar juego al GIL para deteriorar" a los populares

Al Gobierno y al PP les han sentado muy mal los pactos promovidos por el PSOE con distintos partidos para desalojar a los populares de alcaldías y Ejecutivos autónomos. Y les duele especialmente lo ocurrido en Melilla y Baleares. Respecto a la ciudad española en el norte de África, el secretario general de los populares, Javier Arenas, denunció una estrategia del PSOE para "dar juego al GIL y deteriorar al PP". Por su parte, el ministro de Administraciones Públicas, Ángel Acebes, descalificó el pacto anti-PP de Baleares como la guinda de unos acuerdos que "han tergiversado los resultados elect...

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Al Gobierno y al PP les han sentado muy mal los pactos promovidos por el PSOE con distintos partidos para desalojar a los populares de alcaldías y Ejecutivos autónomos. Y les duele especialmente lo ocurrido en Melilla y Baleares. Respecto a la ciudad española en el norte de África, el secretario general de los populares, Javier Arenas, denunció una estrategia del PSOE para "dar juego al GIL y deteriorar al PP". Por su parte, el ministro de Administraciones Públicas, Ángel Acebes, descalificó el pacto anti-PP de Baleares como la guinda de unos acuerdos que "han tergiversado los resultados electorales" del 13-J.

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El secretario general del PP, Javier Arenas, culpó ayer de nuevo al PSOE de la "situación de inestabilidad" de Melilla y se puso grave al agregar que está convencido de que los socialistas "han jugado en el pasado y lo harán en el futuro" con que "la presencia del GIL puede suponer un deterioro" para los intereses electorales del PP. No quiso precisar si le consta que en Melilla pueda haber un acuerdo secreto entre el GIL y el PSOE. Se limitó a subrayar que tiene la certeza de que tras esa "estrategia" de los socialistas está el hecho de que éstos "piensan que el GIL perjudica al PP". Arenas fundamentó sus especulaciones en la presunta entrevista personal que Jesús Gil, alcalde de Marbella y presidente del GIL, afirma haber mantenido con Felipe González. Una cita que el PSOE desmintió hace ya tiempo. Arenas insistió ayer, sin embargo, en reclamar explicaciones directas a González por esa supuesta cita, a la que el PP concede relevancia tras conocerse que, en una reunión interna del Comité Federal del PSOE, la diputada por Cádiz Carmen Romero, esposa de González, se mostró en contra de criminalizar políticamente al GIL y a favor de dejar actuar a los tribunales.

Coherencia

Arenas, que realizó ayer un nuevo balance general de los pactos y acuerdos poselectorales tras la reunión del Comité de Dirección del PP, sí se felicitó por la "coherencia" en la actuación de su partido frente a las actuaciones "aberrantes" y de nula "sensibilidad democrática" de los socialistas. Desde el Gobierno también se subrayaba ayer que la "incoherencia" del PSOE tiene como consecuencia "la indisciplina de sus concejales, como han puesto de relieve los de Melilla al apoyar un ejecutivo municipal con presencia del GIL". Para el ministro Acebes, no cabe duda de que "estos vaivenes políticos se acaban pagando en las urnas". El nuevo mapa de poder local y autonómico motivó que la habitual reunión de los lunes de la cúpula del Gobierno en La Moncloa tuviera ayer como protagonistas a los pactos postelectorales. De la necesidad de admitir la pérdida de poder sufrida tras los acuerdos de los socialistas con otras formaciones, los populares intentan hacer virtud, achacando al PSOE la "incoherencia" de su actitud. Con la vista puesta, claro está, en las próximas elecciones legislativas.

De hecho, los pactos poselectorales han marcado pautas muy distintas a las de las municipales de 1995. En aquella ocasión, con el PSOE muy desgastado y a punto de perder unas elecciones legislativas, ni IU ni los partidos nacionalistas y regionalistas se prestaron a aliarse con los socialistas. Ahora ya no es así, como prueba el hecho de que Unión Mallorquina haya preferido como compañero de viaje para la próxima legislatura a los socialistas, arrebatando al PP un territorio en el que gobernaban desde 1983. En este sentido, Mariano Rajoy, ministro de Educación y Cultura y vicesecretario general del PP, señaló ayer en Santander que el pacto "sin precedentes" de Baleares es "la mayor falta de respeto a la voluntad de los votantes desde 1977", informa Ana Ruiz.

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La inminente formación del Gobierno balear supone para el PSOE la presidencia en cinco de las 17 comunidades autónomas. El PP gobernaría en ocho a expensas de que se aclare la situación en la comunidad de Aragón, donde la llave la tiene el Partido Aragonés (Par). El PSOE también gobernará en 15 de las 50 capitales provinciales y en la mayoría de los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes, en muchos de ellos merced a los pactos que ha trenzado con IU, Bloque Nacionalista Galego (BNG), Partido Socialista de Menorca (PSM) o Unión Malloquina (UM), de centro-derecha.

Acebes estimó ayer que pactar con partidos de "características tan distintas diluye el programa electoral del PSOE" y es "totalmente incoherente con sus promesas electorales". Así, recordó cómo González hizo en la campaña del 13-J una "defensa cerrada del proyecto de España" y luego "los socialistas han pactado con partidos nacionalistas radicales y conservadores". Arenas tachó de "aberrante, inexplicable y de gran insensibilidad democrática la consigna del PSOE de aliarse con quien sea con tal de que no se respete al PP su condición de fuerza mayoritaria".

Sin embargo, para el PSOE sus pactos postelectorales sólo muestran que se han convertido en el "centro de la política" una vez "superada la etapa de marginación a consecuencia de los escándalos". El secretario de Política Autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui, cree que "ahora el marginado es el PP y su Gobierno, que apenas han podido pactar y se han quedado representando sólo a la derecha".

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