UNIVERSIDAD [EP] LA ÚLTIMA OFERTA DEL SANTANDER SUPERA A LA DE LA CAJA

Bancaja y BSCH pugnan por la tarjeta universitaria para controlar el 30% del mercado joven valenciano

El Banco Santander-Central Hispano, la entidad financiera española más potente, sigue de cerca los pasos a su rival el BBV, inmerso en una campaña de 650 millones para captar en dos años a 500.000 jóvenes. La Universidad de Valencia, con 60.000 potenciales clientes, es un bocado que el BSCH no está dispuesto a perderse con un oferta de suministro de tarjeta universitaria, que incluye el sofware, y 500 millones. Esto ha forzado a Bancaja, que tiene la cuenta única de la Universidad, a pugnar por un mercado que representa el 30% de los futuros profesionales de la Comunidad.

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El Banco Santander-Central Hispano, la entidad financiera española más potente, sigue de cerca los pasos a su rival el BBV, inmerso en una campaña de 650 millones para captar en dos años a 500.000 jóvenes. La Universidad de Valencia, con 60.000 potenciales clientes, es un bocado que el BSCH no está dispuesto a perderse con un oferta de suministro de tarjeta universitaria, que incluye el sofware, y 500 millones. Esto ha forzado a Bancaja, que tiene la cuenta única de la Universidad, a pugnar por un mercado que representa el 30% de los futuros profesionales de la Comunidad.

La tarjeta inteligente será un instrumento que acabará por suplir el expediente académico. Pero, en términos económicos, para una entidad financiera supone una inversión de futuro -casi sin riesgo- en un mercado que abarca a los jóvenes de entre 18 y 30 años cercanos a la inserción laboral. En el caso de la Universidad de Valencia, los 60.000 universitarios matriculados representan en términos reales "una cohorte superior al 30% de la sociedad valenciana que está en la franja de los 18 a los 25 años", resume un economista. Fiel a esa misma filosofía, el BSCH se plantea la tarjeta universitaria como "un negocio" y no "como un mero servicio". Y esto, a decir de las fuentes próximas a la negociación, "la caja valenciana lo entendió tarde" y, a juicio de la universidad, "mal". Las negociaciones de la futura tarjeta universitaria entre Bancaja y la Universidad de Valencia empezaron, pues, con mal pie. Según fuentes universitarias, Bancaja se equivocó desde el principio en las formas y en el contenido de la negociación. Tan es así, que cuando vio que el lobo se le echaba encima, las negociaciones pasaron a altos niveles por ambas partes. Bancaja envió al responsable de Empresas, Arturo Alario, y la Universidad ldirectamente al gerente Juan Oltra, al rector Pedro Ruiz y al vicerrector de Economía, Francisco Morales. Pero, para entonces, el Santander ya había entrado a fondo negociando al más alto nivel. La caja valenciana se dio cuenta entonces que se estaba jugando "mercados estratégicos" y que en la Comunidad Valenciana el terreno está ya muy vendido. La CAM ha entrado en la Universidad de Murcia, el Santander en la de Alicante y La Caixa está midiendo posibilidades entre los universitarios valencianos, a través de su nueva sucursal en el colegio mayor Galileo Galilei, frente a la Politécnica y al campus de Tarongers de la Universidad de Valencia. Bancaja no sólo no previó todo esto sino que la Universidad siente que ha actuado con cierta prepotencia al reivindicar el convenio de 300 millones para la programación de Cinc Segles como principal aval moral para suministrar la futura tarjeta, sin poner un duro más, y el sofware del Grupo Bull, a cargo de la Universidad. Esto ha molestado a la institución y ha servido para que el BSCH suba su oferta, rondando los 500 millones, y "sin pedir nada a cambio". Es decir, deja a la universidad con manos libres para gastar el dinero como y cuando quiera. "Casi con toda seguridad la universidad se decantará por BSCH", comentaba una fuente universitaria hace dos semanas, un día antes de reunirse el equipo de gobierno de la Universidad para estudiar una contraoferta de Bancaja. La caja parece, pues, que ha apretado el acelerador. "Estamos en ello", se limitó a decir José Miguel García, portavoz de Bancaja. "Estamos haciendo una oferta lo mejor posible", remató. Bancaja sabe que, en principio, la negociación no afecta a la cuenta única de la Universidad, por la que cada año pasan cerca de 35.000 millones, pero tampoco soslaya que las relaciones no pasan por el mejor momento y que el BSCH va a por todas. De hecho, el Santander ya está trabajando con 14 universidades españolas y europeas, como la Politécnica de Madrid, Barcelona y Valladolid.

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