EL CAMINO HACIA LA PAZ Situación en Belgrado

La Iglesia ortodoxa serbia pide la dimisión de Milosevic y su Gobierno

La influyente Iglesia serbia se sumó ayer al creciente coro de voces que exigen la dimisión de Slobodan Milosevic como presidente yugoslavo "en interés del pueblo". El Santo Sínodo ortodoxo reclamó la formación de un Gobierno de salvación nacional integrado por "hombres nuevos, aceptables por la opinión pública nacional e internacional". Milosevic, por su parte, siguió haciendo oídos sordos a los llamamientos de la oposición y la Iglesia y condecoró a un jefe militar acusado, igual que él, de crímenes de guerra.

La Iglesia ortodoxa serbia, dirigida por el patriarca Pavle, ha mantenido t...

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La influyente Iglesia serbia se sumó ayer al creciente coro de voces que exigen la dimisión de Slobodan Milosevic como presidente yugoslavo "en interés del pueblo". El Santo Sínodo ortodoxo reclamó la formación de un Gobierno de salvación nacional integrado por "hombres nuevos, aceptables por la opinión pública nacional e internacional". Milosevic, por su parte, siguió haciendo oídos sordos a los llamamientos de la oposición y la Iglesia y condecoró a un jefe militar acusado, igual que él, de crímenes de guerra.

La Iglesia ortodoxa serbia, dirigida por el patriarca Pavle, ha mantenido tensas relaciones con el régimen ultranacionalista del excomunista Milosevic. Aunque se ha mantenido al margen de toda actividad política, su influencia moral sobre la población se ha visto reforzada en los últimos años, coincidendo con una recuperación del fervor religioso entre los serbios. En un comunicado difundido ayer por la agencia independiente Beta, el Santo Sínodo pide a Milosevic y a su Gobierno que presenten la dimisión "en interés del pueblo y por su salvación". Para la jerarquía de la Iglesia serbia, los problemas internos de Yugoslavia y su aislamiento internacional "no pueden superarse con el actual Gobierno". Los líderes de los países occidentales han reiterado que la salida de Milosevic del poder es una condición indeludible para la puesta en marcha de un programa internacional de reconstrucción de Yugoslavia, cuyas infraestructuras han quedado devastadas tras 11 semanas de campaña de bombardeos aliados.

La Alianza para el Cambio, una coordinadora de grupos de la oposición serbia, aplaudió ayer el llamamiento de la Iglesia ortodoxa. Zoran Djindjic, líder del Partido Democrático, destacó la necesidad de alcanzar un consenso nacional contra el actual presidente yugoslavo: "La reacción de la Iglesia muestra que no hay futuro con Milosevic. Pero también es muy importante para evitar el estallido de un conflicto civil [entre los serbios]".

Milosevic, entretanto, sigue desoyendo todos los llamamientos para que dimita, y prosigue su campaña para intentar recuperar popularidad. Con ocasión del Día del Ejército de Yugoslavia, ayer condecoró y ascendió a varios mandos militares, entre ellos al jefe del Estado Mayor, Dragoljub Ojdanic.

El Tribunal Penal Internacional para los crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia ha inculpado a Ojdanic, al igual que a Milosevic y al presidente de Serbia, Milan Milutinovic. Acompañado precisamente por Milutinovic, Milosevic viajó ayer a la localidad minera de Aleksinac, a unos 200 kilómetros al sur de Belgrado, donde los misiles aliados destruyeron un barrio residencial al comienzo de la campaña de bombardeos. Tras visitar las obras de reconstrucción de la ciudad, Milosevic dijo: "Al renovar nuestro país, renovaremos también los vínculos con el mundo entero".

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