Sanidad inmoviliza más de un millón de kilos de alimentos de procedencia belga

Más de un millón de kilos de alimentos, 3.000 litros y 33.000 envases de productos de origen belga fueron inmovilizados durante el fin de semana por la Consejeria de Sanidad siguiendo las instrucciones del Ministerio de retirar del mercado todo producto animal procedente de Bélgica ante la posible contaminación de dioxinas. La propia consejería insistió ayer que no existe evidencia de presencia de dioxina en los productos y que las medidas adoptadas responden al "principio de precaución" que establece la Unión Europea ante cualquier sospecha de riesgos en la alimentación.

El grueso de p...

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Más de un millón de kilos de alimentos, 3.000 litros y 33.000 envases de productos de origen belga fueron inmovilizados durante el fin de semana por la Consejeria de Sanidad siguiendo las instrucciones del Ministerio de retirar del mercado todo producto animal procedente de Bélgica ante la posible contaminación de dioxinas. La propia consejería insistió ayer que no existe evidencia de presencia de dioxina en los productos y que las medidas adoptadas responden al "principio de precaución" que establece la Unión Europea ante cualquier sospecha de riesgos en la alimentación.

El grueso de productos inmovilizados desde el viernes hasta el domingo son los productos cárnicos diversos con 686.010 kilos, seguido de las carnes frescas de porcino, con 300.000 kilos. A cierta distancia se encuentran las carnes frescas de ave, 2.921 kilos, preparados de pastelería, bollería y repostería, 2.573 kilos y productos lácteos, flanes y yogures con un total de productos inmovilizados de 2.272 kilos. Estas intervenciones responden a las recomendaciones del Ministerio de Sanidad cursadas a través del sistema de Intercambio Rápido de Información de la Red de Alerta Alimentaria. A través de la dirección general de Salud Pública, la consejería cursó instruccionmes a los 16 centros de Salud Pública existentes para que los inspectores veterinarios dependientes de Sanidad procedieran a la inmovilización cautelar de los productos. La consejería informó ayer que también se han intervenido partidas de helado, chocolate, sopas, platos preparados, derivados de huevos, pasta y alimentos para bebés. Junto a ello, se han inmovilizado 3.378 litros de alimentos, -1.372 litros de productos lácteos, flanes y yogures- y 33.251 envases. La gran parte, más de 18.000, corresponde a chocolates, aunque también se han inmovilizado envases de productos cárnicos, alimentos para bebés, pasta, salsas, helados y bollería procedente de Bélgica. El mayor número de visitas de los inspectores correspondió a establecimientos de minoristas -482- seguido de supermercados y grandes superficies, -406-, otras industrias -326- y almacenes frigoríficos -201 visitas-. En total hay 387 establecimientos que cuentan con alimentos inmovilizados, de los que 259 son supermercados y grandes superficies. A pesar de la retirada de productos de origen belga, el escándalo de la dioxina ha repercutido inevitablemente sobre las ventas. Ayer, el presidente de la Asociación de Mercados Municipales de la Comunidad, José Pérez, aseguró que la venta de pollos y derivados ha caído una media del 50%. El mayor descenso se ha registrado en Alicante, concretamente un 75%, ya que fue esta provincia la principal receptora de las 5.600 gallinas belgas presumiblemente contaminadas de dioxina, una sustancia cancerígena. Valencia es el segundo mercado más perjudicado, con un retroceso en las ventas del 40%, mientras en Castellón la comercialización de este producto se ha reducido en un 15%. Arma electoral El portavoz de los mercados municipales valencianos, quien recordó que existen en la Comunidad 2.245 comercios especializados en la venta al por menor de aves, pidió a los políticos que no utilicen "el asunto del pollo como un arma electoral y que se centren en cuestiones de interés general". Pérez Acevedo reclamó además a las autoridades sanitarias que den, a la mayor brevedad posible, información rigurosa sobre el problema para evitar "una falsa alarma entre los ciudadanos", así como datos específicos a todas las organizaciones de consumidores. Según el comerciante, "todo el pollo que se vende en los mercados municipales es de procedencia española y cuenta con su correspondiente certificación de garantía". El consejero de Agricultura y Pesca, Salvador Ortells, recordó ayer que no existe "ningún peligro en el consumo de carne de pollo, ya que, en su mayoría son criados en la Comunidad Valenciana". La entrada el pasado mes de febrero de una partida de aves procedentes de Bélgica, vendidas en la Comunidad Valenciana y otras cinco más desató la alarma entre los consumidores. La Asociación Nacional de Productores de Pollos, que preside el valenciano Federico Félix, advirtió entonces que la cantidad de pollos comercializada, en caso de que estuviera contaminada, era insignificante. Aun así, los criadores vaticinaban ya un descenso en las ventas de este producto.

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