Balza promete que la Ertzaintza suprimirá prácticas policiales que atentan contra los derechos humanos

El consejero de Interior, Javier Balza, ha anunciado que la Ertzaintza suprimirá en el barrio chino de Bilbao las prácticas que puedan ser atentatorias contra los derechos fundamentales de las personas, denunciadas en el último informe del Ararteko. Entre ellas, cachear o desnudar a los detenidos en los portales o su inmovilización colocándoles la porra en la garganta. Balza reconoció que la complejidad de un barrio como Bilbao la Vieja propicia que algunos agentes tengan actuaciones "en la frontera" del respeto a los derechos humanos, pero aseguró que no es un comportamiento general.

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El consejero de Interior, Javier Balza, ha anunciado que la Ertzaintza suprimirá en el barrio chino de Bilbao las prácticas que puedan ser atentatorias contra los derechos fundamentales de las personas, denunciadas en el último informe del Ararteko. Entre ellas, cachear o desnudar a los detenidos en los portales o su inmovilización colocándoles la porra en la garganta. Balza reconoció que la complejidad de un barrio como Bilbao la Vieja propicia que algunos agentes tengan actuaciones "en la frontera" del respeto a los derechos humanos, pero aseguró que no es un comportamiento general.

El último informe del Ararteko denunció, en base a los testimonios recogidos en la zona de Bilbao la Vieja durante 1997, que agentes de la Ertzaintza han vulnerado derechos fundamentales de los detenidos o identificados. Las irregularidades más destacadas son la colocación de la porra en la garganta para la indentificación, los registros corporales, a veces conminando al arrestado a que se desnude total o parcialmente en la calle o en un portal, los insultos, en ocasiones con contenidos racistas o xenófobos, y las amenazas. En su comparecencia ante la Comisión de Interior de la Cámara vasca, Balza negó la mayor al asegurar que "no hay vulneración general" de derechos fundamentales. Según sus datos, en 1998 sólo hubo cuatro casos contra agentes por este tipo de delitos, que fueron archivados por los jueces. "Es cierto que hay prácticas dificultosas, porque la zona es difícil", reconoció. El consejero criticó al ararteko, Xabier Markiegi, por no haber contrastado con Interior los testimonios recogidos para hacer su informe, utilizando un método "inquisitivo", lo que a su juicio deja al departamento en una situación de "indefensión". Identificaciones y cacheos El consejero admitió la existencia de "prácticas que pueden estar en la frontera" del respeto a los derechos humanos. Entre otras, especificó las identificaciones y cacheos en los portales o las inmovilizaciones con porras en la garganta a sospechosos de traficar con drogas "para evitar que se traguen las bolsas de estupefacientes". Balza se comprometió ante los parlamentarios a suprimir estas actuaciones y a ir adoptando "en su integridad" las recomendaciones propuestas por el Ararteko en el plazo que sea posible y "colaborando plenamente". El máximo responsable de Interior resaltó la existencia de una "cierta hipocresía social" al constatar que la mayor parte de la población rechaza de palabra una solución policial y reclama un "tratamiento integral" para el barrio. En el caso de Bilbao la Vieja, reconoció que el dipositivo policial desplegado desde 1997, que ha supuesto un incremento sensible de agentes, no se ha visto acompañado con otras medidas de índole social y urbanístico solicitadas insistentemente por los los vecinos de la zona en la Mesa de Rehabilitación. "Cuando en una zona marginal sólo se le despliega un operativo policial, el conflicto tiene que surgir de cien veces, cien", admitió. El dispositivo, en colaboración con el Ayuntamiento de la capital vizcaína, tenía como objetivos un mayor control sobre inmigración ilegal, el narcotráfico, los delitos comunes y actuar sobre la inseguridad percibida por los vecinos. Las dificultades que tienen los ertzainas para intervenir en una "zona tan dura" son diversas. A modo de ejemplo, Balza detalló que existen oriundos de 42 países subsaharianos con su correspondiente idioma, lo que dificulta un trato en su propia lengua. Frente a las denuncias de trato racista recogidas en el informe, Balza recalcó que la Ertzaintza "persigue un delito y no una raza". Y acompañó unos datos para reforzar su aseveración. En el narcotráfico, las detenciones de personas de raza árabe o negra se han triplicado en los últimos meses, aunque en otro tipo de delitos es mayor el número de detenidos de raza blanca. Con todo, tuvo que admitir que tanto los informes del Ararteko como las informaciones de investigaciones internas sobre presuntos malos tratos de agentes en la zona han sembrado "cierta alarma en el colectivo de la Ertzaintza". Y esto le preocupa sobre todo porque, a la hora de decidir los agentes destinados, Interior asegura buscar policías con experiencia, firmeza, un componente de conciencia social y un compromiso de permanencia en el operativo. "No se busca al Rambo", dijo gráficamente. Finalmente aseguró que el dispositivo policial de Bilbao la Vieja es el "dispositivo más evaluado y al que se le hace un seguimiento como a ningún otro en Euskadi". De hecho, recientemente Interior remitió al juez un vídeo en la que se podía ver a un agente aporreando a un hombre de raza blanca en la zona. El caso está aún bajo secreto de sumario.

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